Suena a contracorriente, pero Europa no se ha hundido, tiene muchos problemas y este es uno más, pero también es una excelente idea de futuro y no es útil derribarla por un día negro. Soy de los pocos que hoy piensan que todavía no ha salido el Reino Unido y que hay posibilidades políticas para que no salga nunca. Si alguien se está preguntando ahora si es posible saltarse a la torera un referéndum en el Reino Unido, le respondería que sí, con la calma de que en la política pragmática casi todo es posible, si se emplea tiempo.
El camino de la salida va a llevar entre 2 y 10 años, mucho tiempo como para no poder encontrar caminos intermedios, senderos de reencuentro, nuevas fórmulas de amiguismo compartido. Es posible que salir de la Unión Europea por las buenas sea tan complicado que resulte imposible. ¿De qué forma queda la seguridad de Europa sin el ejército del Reino Unido? ¿es posible salir de un mercado común y a la vez firmar un TTIP con los EEUU? ¿qué supone la pérdida de valor de la libra con respecto al euro, o la actividad económica de la City fuera de europa? ¿qué hacemos ahora con Escocia, e Irlanda? ¿es capaz el resto de Europa, de gestionar los mismos problemas que ayer más otro más? ¿le puede dar la razón Europa, a las ideologías que reclaman ese nacionalismo rancio de la ultraderecha?
Europa necesita al Reino Unido. Y el Reino Unido sigue necesitando a Europa. Obvio, excepto para el 52% de los ingleses. Así que alguien inventará la fórmula mágica para encajar el rompecabezas. Y una de las posibilidades es la de cerrar definitivamente las constantes ampliaciones de la Unión Europea, delimitar muy claramente las fronteras de esa Europa cerrada, dotar de más poder a las instituciones europeas pero en asuntos que los diferentes territorios consideran globales y no particulares. Y trabajar mucho más la cultura y el intercambio social entre toda la Europa Unida. Los europeos nos debemos impregnar de Europa.
Julio M. Puente Mateo