7.6.16

Historia de Aragón. Hasta el 261 Gobierno de Aragón

El Gobierno de Aragón homenajeaba el 6 de junio de 2016, por primera vez tras la reinstauración de la institución, a los redactores del anteproyecto de Estatuto de Autonomía de Aragón. Y es lo lógico. El Gobierno, nuestro Gobierno, no debe su legitimidad a la Constitución de 1978, sino que es heredero de una institución que surgió en 1364, como órgano gestor del impuesto de las Generalidades, asumiendo poco a poco otras funciones como la defensa y representación del Reino, competencias en materia de seguridad, comercio e incluso de protección de los intereses de Aragón una vez que la Corona de Aragón se integra en el Imperio de los Austrias.

La Diputación General era el organismo representativo de los estamentos aragoneses en el tiempo que mediaba entre la celebración de Cortes, una especie de diputación permanente aunque con ciertas funciones ejecutivas.
Casa Palacio Piazuelo Barberán de Caspe, sede del Consejo de Aragón, Gobierno de Aragón

En el siglo XVI llegaron a crear una tropa permanente denominada “Guarda del Reino”. Felipe V de Castilla, el primer Borbón, derogó, por derecho de conquista, la Diputación del Reino en 1707 con los Decretos de Nueva Planta.

Debería pasar un siglo para que un Decreto Imperial napoleónico de 8 de febrero de 1810 creara el Gobierno Particular de Aragón, otorgando a Aragón capacidad legislativa (algo que no volvería a tener hasta 1936) y Hacienda propia,  regulando que si había excedente, la Hacienda Aragonesa se ajustaba directamente con la Hacienda de París.

Tras la derrota de la Ilustración en las guerras napoleónicas, el 5 de marzo de 1820, durante el Trienio Liberal se proclamó en Zaragoza la Constitución de 1812. Aparece una conciencia aragonesista liberal que incorpora elementos como la rehabilitación de la figura del Justicia de Aragón, combinada con alusiones al derecho foral y a la independencia aragonesa. Frente al absolutismo el liberalismo. 

En junio de 1820 el “ramillete constitucional de Zaragoza” afirma que: “por principios liberales no entendemos sino la libertad santa bajo la ley y el uso de los derechos del hombre (…): y estos principios llamados en el día liberales, y en aquellos tiempos Fueros y Libertades del Reino, fueron los que impulsaron á los de Sobrarbe á establecer como punto el más principal, que no elegirían Rey, sino al que antes les jurase la observancia de sus Fueros, y se sometiese a las racionales condiciones que les propusiesen”.

Tras la revolución de 1868 y la marcha de Isabel II Borbón tuvieron lugar las elecciones constituyentes de 1869. En Aragón hubo mayoría republicana (12 de los 20 diputados electos), diferente al resto del Estado que proclamaron la Monarquía y trajeron a Amadeo I de Saboya. El 18 de mayo de 1869 se reunieron en Tortosa los representantes republicanos federales de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares firmando un Pacto Federal que sentaba las bases para que esos territorios se agrupasen libre y voluntariamente en una Federación Ibérica.

Durante la I República Española (11 de febrero de 1873-29 de diciembre de 1874) se produjo lo que se denominó el “cantonalismo”, que se desarrolló en Aragón entre mayo y agosto de 1873.

Los días 22 y 23 de marzo de 1883, ya en época de Alfonso XII, se reunió en Zaragoza el Comité Regional del Partido Republicano Democrático Federal que elaboró un “proyecto de Pacto o Constitución Federal del Estado Aragonés”, elaborado por Juan Pedro Barcelona. Es una Constitución muy influida por los textos constitucionales mexicano, estadounidense y suizos. Establece la división de poderes con un legislativo aragonés, un ejecutivo y un judicial. Las competencias del gobierno aragonés eran amplísimas, incluyendo una fuerza armada propia, reduciendo las competencias federales a la mínima expresión.

En 1896 se creó en Teruel una Comisión de Defensa de los Intereses Regionales y en octubre de ese año se celebró en Alcañiz una Asamblea Regionalista del Bajo Aragón, donde se acordó la creación del Consejo Regional de Aragón.

En 1918 se aprobaron unas “Bases de Gobierno de Aragón” con una propuesta de gobierno propio para Aragón. En 1923 se presentó un “Proyecto de Bases para un Estatuto de la región aragonesa dentro del Estado Español”, que no cuajó debido al triunfo de la dictadura de Primo de Rivera. Todos estos proyectos prevén la existencia de un Gobierno de Aragón. El Consejo de Cortes que es elegido por las Cortes de Aragón.

La llegada de la democracia el 14 de abril de 1931 produjo un movimiento favorable a la autonomía de Aragón. El 27 de abril de 1931, el SIPA aprobó unas bases de régimen autonómico que se debatió en la Diputación de Zaragoza. El desinterés de las Diputaciones de Huesca y Teruel frenaron el impulso autonómico. Proponía una Diputación Regional con competencias legislativas y ejecutivas.

Del 1 al 3 de mayo de 1936 se celebró el Congreso Autonomista de Caspe, que aprobó unas Bases a las que se ajustaría el futuro Estatuto de Autonomía de Aragón y establecía un Gobierno de Aragón con plenas competencias en muchas áreas (ferrocarriles, obras públicas, agricultura, sindicatos, cooperativas, acción social, sanidad, mercados, orden interior, justicia) y ejecutaría algunas de la República. Preveía también un Parlamento elegido por sufragio universal.

Tras la sublevación fascista, de 18 de julio de 1936, el 6 de octubre se acordó en Bujaraloz la creación del Consejo de Aragón que se hizo cargo de velar por la legalidad republicana en Aragón. Fue reconocido por el Gobierno de la República y el 25 de diciembre de 1936 la Gaceta de la República publicaba la legalización del Consejo de Aragón. Finalizó por la acción del Partido Comunista.

En 1976 y 1977 se elaboraron sendos anteproyectos de Estatutos de Autonomía, uno promovido por el Colegio de Abogados de Zaragoza y otro por el aragonesismo de izquierdas, el PSA, que coincidían en recuperar el Gobierno, las Cortes de Aragón y, en el caso del Colegio de Abogados, el Justicia de Aragón.

En 1978 se recuperó el Gobierno de Aragón en San Pedro de los Francos de Calatayud. Y el Estatuto de Autonomía de 1982 reinstauraba el Gobierno de Aragón: la Diputación General de Aragón. El actual es el doscientos sexagésimo primer Gobierno de Aragón y, como vemos, es resultado de una larga historia.

Jorge Marqueta Escuer