Hoy dos periodistas se preguntaban que a donde irá el voto de CHA dentro de dos semanas ren las elecciones Generales 2016 y nos hablan de que esos entre 30.000 y 35.000 votos son imprescindibles para decidir dos diputados, uno por Zaragoza y otro por Teruel. ¿Pero no habían quedado todos que CHA no importaba y no merecía ni una llamada? Ahora sacan cuentas y según lo que decidan los votantes de CHA, sí importan. Joder con los tontos ¿no?
Algunos ya lo sabíamos y lo remarcamos más ahora, ya tan cerca de las elecciones, más cuando hemos visto los pasos absurdos que han dado algunos para llevarse el voto aragonesista que aunque no pertenece a CHA, de momento nadie lo sabe gestionar. Ser un torpe es de premio para perderlo y quedarse a dos velas. Luego dirán que la culpa es del votante de CHA. ¿Pero no habíamos quedado que los votantes de CHA éramos poco importantes?
Los votantes de CHA tenemos varias opciones. Desde votar al PAR que algunos lo harán en zonas rurales, a votar a IU pero no a Podemos, a Podemos pero no a IU, al PSOE, a PACMA, en blanco o la abstención. Dividir el voto supone que no vaya el voto hacia nadie, es decir que se quede en tierra de nadie lo que supone que sean los otros los que tengan que currarse sus propios votantes, más y mejor. Pero algunos siguen anclados es seguir intentando apoderarse del votante aragonesista, sin aprender a ser aragonesista. No es posible eso.
Las torpezas de Podemos están logrando que el voto de CHA se divida. Y sin el voto de los 30.000 de CHA la cosa está más flojica en Aragón para ganar uno, los otros, todos o ninguno. Más Aragón de verdad, por favor, más capacidad de autoestima de los aragonés, por parte de los que quieren el voto de CHA. Pero con inteligencia, pues cuando se ponen a ello enseguida se les ve el tinte internacionalista, que sin ser malo, es simplemente otra cosa, y no cuela entre los votantes de CHA.