Zaragoza en el año 2008 estaba en esa vorágine que conlleva preparar un evento de la magnitud de una Exposición Internacional. Ante la previsible llegada de millones de personas venidas de todo el mundo, era necesaria darle al visitante una atención cercana y afectiva, más allá de la oferta expositiva y de espectáculos. Y esto se consiguió creando un cuerpo de voluntarios y voluntarias que, como se demostró, fue la guinda y parte importante del éxito de la muestra.
Pero formar ese voluntariado no fue tarea fácil. Aragón es tierra de genios en lo individual pero no tan proclives a lo colectivo. Fue necesario encontrar una persona capaz de iniciar y coordinar esa difícil tarea. Marta Colomer fue nombrada como Jefa de Área del Voluntariado. Y no pudo estar en mejores manos la encomienda.
Mujer amante de su ciudad, con carácter y responsable, no tardó el proyecto en tomar vida con 2.000 voluntarios que, todos a una, fueron también parte responsable del éxito de la Expo 2008 de Zaragoza. Terminada la Expo, sus esfuerzos se centraron en lograr que esa labor incondicional y altruista de los voluntarios perdurara en el tiempo, ese capital humano no podía perderse.
Y así ha sido. El Voluntariado de Zaragoza se ha convertido en un ejemplo para otras ciudades de dentro y fuera del estado que no ha dejado de crecer. El voluntariado colabora y apoya en eventos culturales, deportivos, benéficos, sociales o tradicionales, entre otros muchos. Marta Colomer ha logrado aglutinar en este voluntariado a personas diferentes y con ideas distintas pero con un mismo fin: ayudar, colaborar y transmitir un gran amor por nuestra ciudad.
Llegado tu tiempo de esa merecida jubilación te despides. Pero dejas detrás esta gran familia que creaste y a la que siempre pertenecerás. Lo que tú empezaste otros lo han de continuar, pero tu huella y ejemplo perdurará. Hasta siempre querida Marta.
Daniel Gallardo Marin