La Plaza del Pilar de Zaragoza está ocupada por los jóvenes que reclaman otra sociedad, otra manera de organización política que les entregue más futuro y más oportunidades laborales, una democracia y participación política más representativa.
Siguen pacíficamente instalados en la Plaza del Pilar, celebrando cada mañana y tarde asambleas que deciden qué hacer cada día y como repartirse las diferentes tareas. Por las mañanas hay pocas gente pues muchos son estudiantes en periodos finales del curso, y por las tardes y noches se reúnen un número mucho más alto, para seguir presionando para que los cambios se puedan realizar.
El tiempo nos irá diciendo hasta cuando, hasta cuanto, y sobre todo el cómo.