Pablo Esquert (o Schepers) fue un pintor flamenco que
llamado por el Duque de Villahermosa a trabajar a Zaragoza, vino de muy joven a
pintar a nuestra ciudad donde se afincó.
En el Museo de Arte de Valencia está un cuadro sobre tabla
que titula “Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago en presencia de un donante
jesuita” que se tuvo que pintar entre los años en los que Pablo Esquert estuvo
en Zaragoza, entre 1559 y 1577.
La imagen de la Virgen del Pilar se calcula que fue creada —en madera— sobre el año 1435 más o menos según mis datos. El Niño Jesús sostiene
sobre sus manos un pájaro que siempre hemos creído que era una paloma que parece
representar la divinidad.
Y de esto vienen las famosas palomas del Pilar.
Lo cierto es que las esculturas del gótico en madera se
solían pintar, se entregaban policromadas en oro y colores para los detalles.
Pero estos colores hoy se han perdido en la talla de la Virgen del Pilar de Zaragoza.
En el cuadro de Pablo Esquert se ve
claramente y con la misma forma que la escultura que se venera en Zaragoza, que
el Niño Jesús sostiene una cardelina, un jilguero. No una paloma.
Pablo Esquert estuvo trabajando en Zaragoza y en concreto dentro de la misma Basílica del Pilar un siglo después de la colocación de la actual talla de la Virgen y hay que suponer que en aquellos años todavía conservaba la pintura original de la obra en madera de árbol frutal no identificado.
Y tuvo que ver claramente qué tipo de ave llevaba en la mano en el imagen original que después él pinto en este cuadro.
Al jilguero se le atribuye la simbología de representar la
muerte violenta de Jesús y hay varios cuadros de aquel siglo XVI donde se ve a
la Virgen en distintas advocaciones con el Niño Jesús llevando en la mano a un
jilguero. La más conocida de todas esas obras es la de Rafael Sanzio.
¿Qué pájaro lleva realmente en la mano el Niño Jesús de la
Virgen del Pilar de Zaragoza? Si nos fijamos en los detalles de la ropa de la Virgen del pilar, de los cabellos del Niño Jesús, es muy posible afirmar que el cuadro proviene de la escultura, podría ser una copia de la imagen, que al ser pintura ha logrado conservar sus colores.