No hay que
estar asustado, también en Zaragoza estamos a punto de cerrar el año 2012 y no
ha venido el Fin del Mundo de los Mayas. En realidad este 2012 no ha sido tan
malo como decían: seguimos respirando, escuchando a los pájaros gritar, el
tranvía avanza, el Ayuntamiento de Zaragoza no tiene un duro, la Expo 2008
sigue cerrada, muchos barrios no tienen quien los quiera, y la cultura ya no
está ni se le espera mientras la DGA sigue odiando a Zaragoza.
Pero eso no
es nada con lo que nos puede suceder en este 2013, ya sin el peligro de los
Mayas encima de la cabeza. Nos cambiarán a peor la contrata con los transportes
urbanos de autobuses, las bibliotecas cerrarán por las tardes, nos iremos
preparando para las próximas municipales a cara de perro, los recortes nos
dejarán calvos y el cabreo aumentará pero ya nos hemos ido acostumbrando.
¿Tendremos que vender algunas torres del Pilar para pagar las deudas?
Eso si, este año
2013 es NUESTRO, aunque no nos demos cuenta. Será lo que cada uno de nosotros
quiera que sea, lo que entre todos logremos que sea.
Nace el año
2013 vacío, limpio, como un disco duro sin nada dentro. En un año miraremos con
qué lo hemos ido rellenando y haremos cuentas. Si salimos perdiendo otra vez,
será nuestra responsabilidad, no habremos sido capaces de hacerlo mejor. Pero
es nuestro Año Nuevo y debemos pensar un momento si tenemos fuerzas en
intentarlo al menos. Hasta convertirlo en Viejo tendremos que trabajar duro,
quejarnos menos en el bar y más en donde sirve de algo quejarse. Tendremos que
ofrecer soluciones a cada problema para que no nos digan que solo sabemos
quejarnos.
Feliz Año
Nuevo a tod@s los que en algún momento me habéis leído, un abrazo a los que me
habéis enviado comentarios en algún momento. Seguiré estando para insistir.