26.7.24

La Puerta de Valencia, Romana o Alquibla, de Zaragoza


En las dos imágenes que vemos en esta entrada se observa la Puerta de Valencia de Zaragoza, también llamada Puerta Romana por ser la que en línea recta se podía interpretar pue era el camino natural hacia Roma, y la podemos observar vista desde los dos lados. 

Esta puerta también se llamó Puerta de Alquibla por ser a su vez la salida orientada hacia la Meca como ciudad santa de los árabes. E incluso se la conocía como Puerta del Sol Naciente.

La primera imagen viendo la Puerta desde dentro, desde la Iglesia de la Magdalena, y la segundo viéndola desde fuera, desde el Coso. 

En esta última todavía se observa una tienda o comercio que actualmente es un bar. Hay que recordar que toda esta zona era el segundo Mercado de Zaragoza, tras el de la Puerta de Toledo, muy concurrido y con tenderetes que acompañaban a las tiendas fijas allí asentadas.

Las dos imágenes son del fotógrafo Santos Alvarez y Serra de alrededor de finales de 1866 o principios de 1867, pocas semanas o días antes de ser demolidas sus paredes y arco entre enero y febrero de1867, para dar a la plaza de la Magdalena el necesario desahogo y dejar al descubierto el frontispicio de la Universidad.

En el Museo arqueológico provincial de Zaragoza se conservan cuatro piedras sillares extraídas del derribo de este arco y sus edificios aledaños, leyéndose en todas ellas inscripciones romanas que nos muestran de que para ciertas obras públicas de Zaragoza se utilizaban piedras de la muralla romana que se iba desmontando.

Existen documentos que afirman que en el año 1155, en los laterales de la puerta, hubo dos torres que lindaban con viviendas particulares; en 1358 se realizaron obras de restauración; y en el año 1415 se produjo un incendio que afectó a su entorno. 

La puerta fue derruida casi en su totalidad durante los Sitios de Zaragoza (1808-1809) y erigida poco después, por su unión al Mercado de la plaza de la Magdalena que daba entrada, acorde con lo que dice José Blasco Ijazo. 

También en la propia Plaza de la Magdalena, en la zona izquierda mirando a la iglesia, se pueden ver sillares de esa puerta, que se conservan como muestra del lugar exacto de su construcción. 

La estructura última de la Puerta de Valencia era sencilla: con arco de medio punto, de elevada altura para el paso de las caballerías y edificios adosados con balcones que se asomaban al Coso. 

Una imagen de esa puerta puede observarse en el mural pintado entre las calles Mayor y San Cristóbal, que recuerda su figura y recrea la vista al viandante en su paseo hacia el casco histórico y que dejo al final del artículo.








25.7.24

Zaragoza recibe a las autoridades en el año 1868


En esta imagen de un dibujo ilustración, vemos la Zaragoza del año 1868, y delante una multitud de la Puerta de Valencia, en la plaza de la Magdalena, recibiendo al mariscal Serrano y el almirante Topete, llegan a Zaragoza con su séquito paseándose en un coche tirado por caballos cuando entran por la puerta de Valencia, les acompaña un tropel de gente. Eran los líderes políticos de aquel momento en España.

Acuden a la inauguración de la la Exposición Aragonesa de Artes e Industrias de 1868 que se había instalado en los alrededores de la actual Plaza de Aragón, diseñada por el arquitecto Mariano Utrilla. Eran tiempos revolucionarios en aquella España que buscaba nuevos vientos sociales. Y Zaragoza intentaba mostrar a España su mejor imagen.

Multitud de zaragozanos observan la llegada de las autoridades, desde la calle y desde los balcones. A la izquierda de la imagen aparece un palco decorado con cortinajes que muestra un grupo de personas distinguidas que observan interesados el paso de la comitiva. 

Es día de mercado, los vendedores exhiben sus productos a ambos lados de la plaza. Algunos puestos están cubiertos con toldos. En primer plano a la derecha del dibujo vemos un puesto de cerámica con recipientes de todos los tamaños.

Al fondo se observa la iglesia de la Magdalena y mucha más gente viniendo hacia el carruaje que lleva a las autoridades.

Navidad zaragozana de principios del siglo XX


Entre las imágenes muy curiosas que conserva el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza está esta que en su original es una imagen estereoscópica, doble para verla con un aparatito que simulaba observar la escena en relieve, y en donde vemos una escena navideña zaragozana de entre 1910 y 1925.

Un vendedor de pavos navideños en la esquina de la Plaza España hacia el Coso alto nos muestra el urbanismo de la zona en aquellos años, pero sobre todo un detalle de los zaragozanos de entonces, todos con boina por cierto, y posando pues no era posible hacer instantáneas sin que notaran la presencia del fotógrafo.

23.7.24

Historias de la Torrenueva de Zaragoza


Cuando Zaragoza decidió poner otro reloj en el centro de la ciudad, pues ya existía desde 1440 el reloj de la torre de La Seo, para regular la vida de la ciudad, el Ayuntamiento o Concejo decidió construir una torre muy alta en lo que entonces se consideraba punto medio de la ciudad, y poner en ella el reloj municipal, una torre mudejar que tuvo un final inentendible incluso ahora.

Se decidió pues construir la famosa Torrenueva que comenzó sus obras en el año 1504 tras aprobarse en agosto de aquel mismo año, y durante 15 meses se edificó la famosísima Torrenueva por un coste de 81.370 sueldos (4.068 libras jaquesas más 10 sueldos) según consta en los archivos municipales.

Los encargados de la obra fueron el arquitecto Gabriel Gambao, el maestro de obra y cristiano Juan de Sariñena, Ince (Juce) de Gali, Ezmel (Gumiel) Allabar o Valladar y el maestre Monferriz. Y con una altura de 312 pies (unos 80 metros) enseguida se detectó una desviación de 9,5 pies (algo menos de tres metros entre la base y la altura), por lo que enseguida fue conocida fuera incluso de España como "La torre inclinada de Zaragoza".

Desde el principio se aseguraron dos cosas sobre la inclinación. Que se había producido por haber levantado los pisos superiores sin haber fraguado bien la primera planta (y no por hundimiento del suelo) y que no tenía peligro de hundimiento o caída.

Las dos campanas que marcaban con sus sonidos las horas  y los cuartos, fueron fundidas por Andrés Asín en el corral de Marigaita en el barrio de las Tenerías hacia el año 1508, aunque la grande se tuvo que cambiar dos años después por estar defectuosa, con un peso de unos 220 quintales. Actualmente están en una torre de El Pilar de Zaragoza pues se desmontaron y conservaron unos años en La Lonja de Zaragoza. 

Y el primer relojero fue Jaime Ferrer de Lérida, aunque este reloj se fue sustituyendo con los años por otros ejemplares, concretamente en los años 1680, 1712, 1762, 1827 y 1880.

Esta famosa torre llamada Torrenueva se empezó a derriba como sabemos todos con tristeza, en el año 1892 hasta 1893, tras numerosos debates de políticos e intelectuales de la época. Nunca hubo consenso, pero primó el miedo.

Tenía cuatro plantas, la primera y más baja era una estrella de 16 puntas y según subías se convertían en plantas octogonales. La zona más alta, el remate final se puso en el año 1749 que fue lo primero que se empezó a eliminar para evitar presuntos peligros, en el año 1878, catorce años antes de empezar a derribar toda la torre.

Además de ser Torre Reloj era también Torre Vigía y tuvo un papel muy importante en los Sitios de Zaragoza, pues desde ella se observaban los alrededores de la ciudad y todos los movimientos de tropas francesas para intentaban conquistar la ciudad de Zaragoza.

En el año de 2024 ha surgido un nuevo intento de reconstrucción liderado por la Fundación Ingenio Azul y con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza y de las Cortes de Aragón. No es el primero pues desde 1980 existe una Asociación de amigos de la Torre Nueva, y en el año 2015 el PAR llevó en su programa municipal la reconstrucción de la torre.

Han existido algunos tímidos deseos desde hace décadas, incluso se construyó una base de varios metros de altura como monumento en el mismo punto en el que estaba, pero ninguno ha fructificado.




16.7.24

Farmacia zaragozana con mucha historia


En esa Zaragoza un tanto escondida conservamos esta farmacia hospitalaria en perfecto estado de repaso histórico. Una farmacia que durante muchas décadas estuvo dando un servicio muy importante en el Centro de Zaragoza, aunque ahora sea un espacio museístico. ¿En dónde se encuentra?


15.7.24

Emblema de la Puerta del Sol de Zaragoza

La Puerta del Sol de Zaragoza, llamada también “La Portaza” o “Póstigo del Estudio” se encontraba situada junto a las murallas de Zaragoza por la zona trasera de la iglesia de San Nicolás, en el Boterón dando al Ebro y casi al Puente de Tablas.
 
Constaba de un solo arco de piedra de sillería, en el cual se veían infinidad de señales de las balas recibidas en la guerra de la Independencia. Daba salida al barrio de las Tenerías, extramuros de la ciudad y tenía encima de la puerta de madera un emblema solar en piedra de casi un metro de diámetro representado por un rostro masculino y unos rayos que se iban alternando entre rectos y ondulados. Es el que vemos en la imagen de abajo.

Dicha puerta fue derruida en el año 1868 a petición de los propios vecinos de entonces, para facilitar el tránsito desde el barrio al Ebro.

El monumento que mostramos es el que había en la Puerta del Sol de Zaragoza en el siglo XVIII y XIX y es idéntico al escudo de armas que utiliza el apellido Solís en Extremadura. Este emblema se conserva en el Museo de Zaragoza.

10.7.24

Aragón lleva 44 años quejándose, pero nada más que eso


Este Editorial de Aragón Expres es de 1980. Del mes de septiembre. Y es curioso simplemente para no decir que es asquerosamente real. En aquel mes había cambiado de Gobierno dentro de la UCD, gobernaba Adolfo Suarez y desde entonces han cambiado en estos 44 años y en España, tres partidos políticos diferentes en estar gobernando y un buen número de Presidentes del Gobierno y de Ministros.

Entonces, 1980, estaba Hipólito Gómez de las Roces como presidente de Aragón, y teníamos encima el famoso Trasvase del Ebro. Pero es mentira esto como problema "gordo", lo que teníamos encima era que se considerara a Aragón a nivel estatal, como una población con serias necesidades y un territorio con poca población a la que nadie hacía caso ni le tenía respeto, simplemente porque como éramos pocos y no sabíamos defender lo nuestro, no había que tenerlos en cuenta.

Han pasado 44 años y seguimos igual. Lo curioso otra vez, es que parte de esta realidad es culpa de todos nosotros. Sí, sí, sí. De nosotros. 

Somos pocos pero muy mal avenidos y además muy bien organizados solo, alrededor de tener envidia a Madrid y a Cataluña. Y así mal vamos.

Los primeros que no creemos en Aragón somos nosotros. Y no quiero poner ni ejemplos, ni desapariciones de medios de comunicación, ni batallas perdidas por nosotros pero ganadas por otros. Era 1980 y no hemos logrado nada de lo que necesitábamos entonces y seguimos necesitando ahora.

Desde 1980 hemos crecido en 156.398 habitantes aragoneses, pero a su vez hemos crecido en unos 150.000 nuevos inmigrantes. 

España en esos mismos años había crecido en 10.850.000 habitantes, de los que 7.450.000 es el aumento de inmigrantes en el mismo periodo. No es tanto un problema del número de habitantes, de que seamos capaces de ponernos en valor, de crecer en autoestima, de saber que si quisiéramos, podríamos ser más respetados y no ser siempre los acompañantes cómodos.



9.7.24

Precio de la vivienda en Zaragoza. Año 1979 al cambio


Este anuncio de varios pisos en el centro de Zaragoza, con toda la información de sus características, es del año 1979. Y claro figura en pesetas. Estamos hablando de unas buenas zonas de la ciudad, zonas del centro y además bien dotadas, de las que hoy serían consideradas una "muy buena" zona, no de un barrio de Zaragoza.

Si tenemos en cuenta que un millón de pesetas del año 1979 al cambio y con el acumulado del IPC desde entonces, hoy serían 29.000 euros, podemos sacar una pequeña cuenta, de a qué precio estarían al cambio esos pisos, si no hubiera existido una fiebre devoradora con la vivienda.

Para hacernos una idea, por 105.000 euros se podría haber comprado una vivienda de 125 metros cuadrados útiles en el paseo Cuellar.

Pero en Residencial Paraíso, junto al Corte Inglés principal de Zaragoza, una zona exquisita en la actualidad, con 151 metros cuadrados útiles, una novena planta toda ella exterior, con garaje y trastero, dos baños, vivienda nueva en pleno centro de Zaragoza, se vendía por 218.000 euros. ¡¡Uff!!

¿Quien fue el zaragozano Juan Bautista Briz Martínez?


Pocos aragoneses sabemos quien fue Juan Bautista Briz Martínez, un zaragozano que entre el siglo XVI y XVII que siendo teólogo escribió un gran número de obras de las que han pasado desapercibidas muchas de ellas para los aragoneses en general.

Párroco de Velilla de Ebro, Racionero de La Seo de Zaragoza, abad de Aleón (Abadía de Nuestra Señora de la O), padre benedictino, rector de la Universidad de Zaragoza, abad de San Juan de la Peña escribió varios libros y tratados que en su fecha fueron de gran importancia aunque ahora parezca que ya no la tienen. Cosas que suceden.

Uno de los más reconocidos es: Historia de la Fundación y Antigüedades de San Juan de la Peña. por si a alguien le interesa se llama en realidad: Historia de la Fvndación y Antigvedades de San Ivan de la Peña.

Para esta obra se tuvo que estudiar todos los documentos que en aquel momento se conservaban en el monasterio, en donde se trataba gran parte de los inicios históricos de Aragón como Reino y con sus propios Fueros. Curiosamente murió muy respetado por las gentes expertas de sus años pues se le consideró el mayor experto en los orígenes del Reino de Aragón.

4.7.24

La calle de la Culebra de Zaragoza, en 1853


En esa Zaragoza de 1853 que os voy montando a trozos, hay una calle curiosa por su nombre, pero también por su forma, de la que previsiblemente le viene el nombre.

Era la calle de la Culebra (marcada en rojo). Cerca de San Juan de los Panetes, de la plaza interior de esa iglesia que se perdió con los años aunque hay fotografías, detrás de las actuales murallas romanas. Cerca de la calle Abén Aire. Por cierto, si queréis saber quien fue este capitán llamado Abén Aire, aquí tengo los datos publicados.

Junto a la Puerta de San Ildefonso había una bajada hasta la orilla del río para los aguadores, para recoger agua antes de que se repartieran por diversas fuentes de la ciudad.

2.7.24

Santa Engracia de Zaragoza. Mapa de 1853


Si el otro día veíamos la zona de la Plaza San Miguel de Zaragoza en un plano de 1853 llamado de Gironza, hoy vamos a ver de ese mismo plano la zona de Santa Engracia. Todavía conservaba las ruinas del claustro que fuimos incapaces de conservar y restaurar, y los edificios que habían servido para asentar las baterías con las que se había defendido la ciudad en sus dos Sitios.

A la derecha podemos ver la indicación de la que era la Puerta de Santa Engracia que cerraba la ciudad al final del paseo de la Independencia y Plaza Aragón. Es un lujo poder disponer de estos planos de la ciudad de Zaragoza, pues nos sirve para imaginárnosla levemente, como no la pudimos ver nunca.

30.6.24

Plaza San Miguel de Zaragoza en 1853


Ahora que estamos en Zaragoza en plano trabajo de realizar catas históricas y arqueológicas en los alrededores de la Plaza de San Miguel y Coso Bajo, es bueno recordar que esa zona es profundamente histórica por varios motivos importantes.

Incluso es una zona no bien conocida de la ciudad, pues allí tuvieron asentado su barrio los judíos zaragozanos, que se mezclaban con musulmanes y cristianos en diferentes épocas de nuestra historia.

La sección del plano de Zaragoza que vemos, del año 1853 y conocido como Plano de Gironza, es una muestra del lujo que es disponer de documentos históricos bien conservados, y que sirven para amar más nuestra ciudad.

Hay calles que ya no existen, zonas verdes que ahora son edificios, pero tras pasar 170 años el diseño de la zona es muy similar. En la imagen de abajo se ve la Puerta Quemada.



29.6.24

Portada de Alabastro de la Yglesia de Sta. Engracia, dibujo de 1737


En este dibujo vemos la Portada de Alabastro de la Yglesia de Sta. Engracia, un dibujo incluido en el libro "Historia de el subterráneo Santuario oy Real Monasterio de Sta. Engracia de Zaragoza. Origen y Antigüedades del Subterráneo y celebérrimo Santuario de Sta. María de las Santas Masas", escrito por el Padre Fray León Benito Martón y Aznar, (Zaragoza, 1737) y subtitulado: Origen y Antigüedades del Subterráneo y celebérrimo Santuario de Santa Maria de las Santas Massas, oy Real Monasterio de Santa Engracia de Zaragoza de la Orden de nuestro Padre San Gerónimo

El importante interés de este dibujo de 1737 radica en que es una de las escasas representaciones de la original fachada del Monasterio de Santa Engracia, con sus torres y remates "mudéjares", además de su renacentista portada, antes de convertirse en uno de los desastres de la guerra de Independencia y de los dos Sitios de Zaragoza entre 1808-1809, y posteriormente de la posguerra que no supo restaurar la que había sido bombardeado.

Este libro está escrito por el Padre Fray León Benito Martón y Aznar que además de monje jerónimo, era visitador general de los monasterios de la Corona de Aragón y prior del zaragozano monasterio de Santa Engracia, un lugar fundado por Juan II y edificado por los Reyes Católicos, y que se encomendó a esa Orden a los Jerónimos.



27.6.24

Empresas de licores en Zaragoza y Calatayud


Hubo épocas en las que los licores se conocían pero no eran sencillos de conseguir, ni por precio ni por posibilidades comerciales pues la globalización no existía y aunque existían casi los mismos licores que en la actualidad, fuera de las grandes capitales era muy complicado lograrlos.

Así que se fabricaban en pequeñas empresas (o no tan pequeñas) y se distribuían entre los territorios cercanos. De allí surgen en Aragón diversas fábricas de licores, que hacían ron o anís de muy alta calidad para aquellos años, y bebidas espirituosas como este Licor Monasterio de Piedra, que vemos en un anuncio de 1940, o el Anís La Dolores.

La fabrica de Calatayud, de la viuda de R. Esteve Dalmases era de las importantes y casi a medio camino entre Zaragoza y Madrid. Esta junto a la Industrial Licorera Española de Zaragoza y su muy reconocido Ron Negus Abisinia marcan las empresas más conocidas en licores aragoneses.

Dionisio Lasuén y su: Virgen del Pilar apareciéndose al apóstol Santiago


El artista escultor aragonés Dionisio Lasuén fue además de escultor, diseñador, decorador y docente, que introdujo la estética modernista en Zaragoza entre los siglos XIX y XX. Aunque era conocido sobre todo como escultor, aunque su formación artística le permitió destacar también como pintor y dibujante.

Dionisio Lasuén hizo, entre otras obras la fuente del Buen Pastor en el Nuevo Matadero Municipal de Zaragoza allá por el año 1885, o las estatuas de Miguel Servet e Ignacio Jordán de Asso en la fachada de la Facultad de Medicina y Ciencias en 1893. Esculturas que permanecen en la ciudad de Zaragoza a la vista de todos. Realizó también varias obras de importancia en el cementerio de Torrero, entre las que destaca el mausoleo de Joaquín Costa, que realizó junto a Félix Lafuente y Manuel Bescós.

Ahora Heraldo de Aragón nos muestra una obra pictórica suya, de 1892, que ya había salido una vez como portada en la revista Aragón en el año 1940, y que muestra a la "Virgen del Pilar apareciéndose al apóstol Santiago". Una obra muy poco conocida y muy poco vista pues siempre ha permanecido en manos de la familia que se la encargó al artista.

Recuperar las obras artísticas que se hicieron en Aragón por aragoneses es un lujo, ponerla a la vista de todos es parte de nuestra forma de entender la historia. Ahora está a la venta, y parece ser que con serias dificultades para ser adquirida por alguna institución. 

Otra pena más que añadir, a la poca sensibilidad artística, aunque depende siempre de los precios. Os la dejo para verla, gracia a Heraldo que nos facilita la imagen.

18.6.24

Zaragoza 1908. Zona del Hospital Provincial



En el año 1908, hace poco más de 100 años, Zaragoza era una ciudad muy distinta a la actual, mucho más pequeña, sobre los 100.000 habitantes, y con una estructura urbana que hoy ya está en gran medida modificada por el crecimiento y la creación de nuevos barrios. 
Dejo una imagen de un Plano de Zaragoza de 1908, en donde podemos ver la zona actual del paseo María Agustín, con cuatro cuarteles militares —Artillería, Trinitarios, del Cid y Sangenis— envolviendo la zona del Hospital Provincial y el entonces Hospicio provincial. 

Era una Zaragoza llena de zonas de lavaderos repartidos por todos los puntos de la ciudad, pues entonces no existía agua corriente en las casas. 

Y en la imagen también se pueden ver la ubicación de dos conventos, el de las Hermanas de Santa Ana y el de la Encarnación. Incluso en la esquina derecha se puede ver una pequeña plaza que se llamaba Plaza del Pueblo. Sí, era otra Zaragoza.

Historia de la Hermandad de la Sangre de Cristo

En Zaragoza tenemos 25 cofradías, unas más modernas que otras, algunas muy numerosas y otras más nuevas y con menos cofrades. La Semana Santa de Zaragoza cuenta con más de 700 años de historia, 53 procesiones, algunas de ellas únicas por su singularidad y más de 16.000 cofrades.

La más antigua es la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, conocida como la Hermandad de la Sangre de Cristo

Se cree que su fundación fue sobre el siglo XII o principios del XIII, por una fundación de religiosos que establecidos en la iglesia convento de San Francisco, fundó el Convento de la Orden de la Penitencia de Jesús

En la Iglesia de San Francisco, donde tenía una capilla, guardaban a un primer Cristo de la Cama.

Esta primera cofradía se traslada en el año 1554 a la Iglesia convento de San Agustín junto al Parque Bruil actual. En el año 1648 vuelve al convento de San Francisco

Desde el año 1554 y por una Concordia firmada con los Agustinos y las autoridades civiles, queda regulada su labor de recoger los cadáveres de la calle y el de los ajusticiados de la época, que ya se venía realizando desde el siglo XIII sin regular por acuerdos firmados.

Desde hace pues más de 700 años que se tiene constancia —posiblemente es anterior— los miembros de esta Cofradía son los que tiene la labor y obligación de recoger los cadáveres de las personas muertas en la calle, en situaciones violentas o solos en su casa.

Acuden con la autoridad judicial pero son los miembros de esta Cofradía quien con una furgoneta especial recoge los cadáveres. Cada semana del año un miembro de la misma está de guardia para ser quien acompañe a los funcionarios y se haga cargo del cadáver. En la actualidad esta cofradía solo tiene 47 miembros, todos hombres y uno por (casi) cada semana que tiene el año.

Estos cofrades no cobran nada por su trabajo, y el Ayuntamiento de Zaragoza destina una cantidad al año para pagar al camillero y al conductor más la gasolina, pero nunca para el sueldo de los cofrades que dedican una semana al año a esta labor de recoger los cadáveres.

Solo se ejerce esta labor en el término de la ciudad de Zaragoza, que tras algunas diferencias legales con el Gobierno de Aragón para regular esta tradición de más de 800 años, se reguló en el año 2010, pues estuvo a punto de perderse con las reformas legales de los últimos años, en cuanto a cadena de custodia en los requisitos forenses para el traslado de cadáveres.

Esta cofradía es también la que organiza la procesión del Santo Entierro, que el Viernes Santo sale por todo el centro de Zaragoza, desfilando las 24 cofradías con sus pasos. Le corresponde el honor de organizar la procesión por ser la más antigua de la ciudad.

Curiosamente es también la dueña de todos los pasos que salen en las procesiones de Semana Santa. Tras la Guerra de la Independencia, en el Segundo Sitio de principios del año 1809, se destrozaron todos los pasos de Semana Santa que se guardaban en una única iglesia, en la de San Francisco, en lo que ahora es la Plaza de España. Todos los pasos menos uno quedaron destrozaron, el llamado Cristo de la Santa Cama, que sigue desfilando cada año.

La Lonja de Zaragoza. Excelente ejemplo de edificio público




La Lonja de Zaragoza es un bello edificio situado en el mejor lugar posible para ser una enorme y muy útil sala de exposiciones del Ayuntamiento de Zaragoza, muy ambivalente y que se ha utilizado para excelentes muestras. Aunque en los últimos tiempos ha tenido algunas dudas el Ayuntamiento de Zaragoza.

Este edificio, del que dejo una imagen antigua dibujada, es de mitad del siglo XVI edificado por Juan de Sariñena y patrocinado por Hernando de Aragón. De estilo renacentista emplea profundamente en su exterior el ladrillo recordando al mudéjar aragonés, siendo su interior un ejemplo maravilloso de palacio italiano.

De planta única en su uso actual aunque en la fachada parezca tener tres alturas que las tiene, aunque realmente en la actualidad tan solo tiene una especie de desván en lo alto de su techo, que se utilizaba para guardar las armas municipales o materiales que no se utilizaban con normalidad. Se accedía a este almacén superior desde una escalerilla exterior desde la pared más cercana al actual Ayuntamiento.

Como todas las Lonjas de España, era un edificio tipo mercado o bolsa de intercambio, en donde los comerciantes acudían a vender sus productos y a cerrar negocios. 

Antes de este tipo de edificios civiles, las transacciones comerciales entre los nobles y mercaderes se hacían en las iglesias. Eran lugares de grandes ventas, de ventas al por mayor o de ventas importantes. Los lugares de venta al por menor siempre han sido los mercados.

Estas Lonjas de mercado se construyeron sobre todo en La Corona de Aragón, siendo la primera la Lonja de Barcelona (1380-1392), luego la Lonja de Palma (1420-1448), la Lonja de Valencia (1482-1548) y la Lonja de Zaragoza (1541-1551). 

Todos los edificios eran muy similares, de planta cuadrada y edificados como un gran palacio de gran calidad y boato. Con posterioridad se construyeron Lonjas en Sevilla, Castellón, Tortosa, Alcañiz o Granada.

11.6.24

Manuel Bayo Marín, un dibujante aragonés


En este cartel del año 1950 se juntan varias cosas interesantes de la historia de Zaragoza. El cartel anunciador de la X Ferias Oficial y Nacional de Muestras de Zaragoza, el nombre de la imprenta que lo hizo que era Industrias del Cartonaje, una empresa junto a la Estación del Portillo que en aquellos años era de lo mejor y más grande imprimiendo cartelería. Y el dibujante de este cartel que fue Manuel Bayo Marín, un dibujante que falleció tres años después de este cartel.

Dibujante, fotógrafo y artista autodidacta del aerógrafo, publicó sus primeros trabajos en Heraldo de Aragón y la Voz de Aragón. Tras haber participado en diversos certámenes, como los Salones de Humoristas Aragoneses, Bayo saltó a Madrid para trabajar para las revistas del grupo Prensa Gráfica, como Mundo Gráfico o Crónica

Manuel Bayo se desenvolvió también en el mundo publicitario y escenográfico. En relación al teatro, Bayo inició una colaboración con el Lyceum Club Femenino para el diseño de las obras que se representaban en su auditorio.

Durante la Guerra Civil Españaola fue movilizado y pasó a confeccionar mapas para el Servicio Geográfico del Ejército Popular de la República. Finalizada la contienda, regresó a Zaragoza con su mujer, Carmen Martínez, a quien conoció en el Lyceum, y sus dos hijas. Desarrolló su actividad de publicista y cartelista hasta su fallecimiento en 1953.

4.6.24

Cartel de Fiestas de Zaragoza por Goya en 1946


Este cartel junto al menos a otro similar se diseñaron en Cataluña para conmemorar en Zaragoza las Fiestas del Segundo Centenario del nacimiento de Goya, en el año 1946.

Hubo Fiestas Mayores en la semana del 16 al 23 de mayo de ese 1946, y en este cártel vemos la Pradera de San Isidro, dibujada por Josep Morell Macías. 

Es curioso que para promocionar unas fiestas en Zaragoza se utilizara un paisaje madrileño, pero ya hoy estamos acostumbrados a que Zaragoza o Aragón pinte poco… incluso entre nosotros mismos.

Zaragoza y Francisco Martínez de la Rosa


Francisco de Paula Martínez de la Rosa Berdejo Gómez y Arroyo fue un poeta, dramaturgo, político y diplomático español, que llegó a presidir el Consejo de Ministros en España durante el periodo del Trienio Liberal, dentro del reinado de Isabel II.

Escribió bastantes libros de historia, de poesía, ensayo, drama, o libros para la educación de los niños.

Dejo arriba un pequeño poema de Francisco Martínez de la Rosa en donde nombra Zaragoza y escrito pocos años después de los sitios de Zaragoza.

29.5.24

Tolerarte. TOLER-ARTE en Zaragoza


Es la Zaragoza que va dejando marcas artísticas por sus pieles, es el Barrio de La Jota y un grito más pero no nuevo. Tolerarte. TOLER-ARTE.

Debemos simplemente tener algo más de humanidad entre todos y aprender a repartirla mejor. Menos crispación, menos insultos como vicio, y más entender que cada uno, si hace lo que sabe y lo que puede, ya es casi suficiente.

27.5.24

Cine Coliseo Equitativa de Zaragoza. Queda el techo de madera



El cine Coliseo Equitativa de Zaragoza era un emblema de la calidad en los estrenos cinematográficos de aquellos años dorados del cine, la imagen de calidad de una gran sala de cine y teatro en el centro del paseo de Independencia de Zaragoza, hoy convertido el local y el pasaje comercial que servía de entrada en una gran tienda de moda que al menos ha respetado el interior de la sala del cine (por obligación) y en un banco en el local que daba su salida hacia la calle Zurita

Construido por los arquitectos José de Yarza y García y Manuel Martínez Ubago en el año 1950, cerraba como cine y teatro en el año 1999, con la debacle de las salas de cine en toda España.


En Zaragoza pedimos que se visite a los abuelos


Este cartel o recorte de prensa lo pusieron en el Día de La Jota de Zaragoza. Para quien me lea desde fuera, La Jota además de ser un baile, es un barrio muy conocido de Zaragoza. Y su Asociación de Vecinos cumplía los 50 primeros años de vida.

Es un recorte del diario El País y es contundente. 

"Visitar a tu abuela una vez al mes, puede aumentar su esperanza de vida hasta un 39%"

No dice nada de los abuelos varones, pues como nos morimos antes, de estar vivos, no necesitamos tanto la visitas familiares, pues si estamos en pareja, nos acompañamos entre nosotros.

Sí, es verdad, hay que visitar a los abuelos, es muy importante que cuando seamos mayores no nos sintamos solos, aunque realmente estemos solos. Y algo tan sencillo como una llamada telefónica de vez en cuando, una visita al mes, sirve de mucho.

Sé egoísta, recuerda que esto mismo te pasará a tí, dentro de unos años.


10.5.24

Antonio Agustín Albanell, jurista zaragozano

Hay aragoneses que con el paso de los siglos se han ido perdiendo su recuerdo, sus labores, la importancia de lo que hicieron en vida y que ha facilitado que todos ahora estemos en donde estamos en sus diversas disciplinas. Uno de ellos fue Antonio Agustín, un zaragozano jurista que nació en la calle Fuenclara en febrero de 1517, en la casa de los Agustinos.

Antonio Agustín Albanell fue en su tiempo un destacado jurista español y humanista del Renacimiento al que se le llego a llamar "El San Isidoro del siglo XVI". Su contribución al ámbito del derecho y la jurisprudencia es significativa. Aquí analizaremos algunos aspectos destacados de su vida y obra:

Formación y carrera académica: Agustín estudió leyes en las universidades de Alcalá de Henares y Bolonia, destacándose por su brillantez académica desde temprana edad. Toda su familia venía del mundo del derecho y era una estirpe de notables juristas.

Obra jurídica: Es conocido principalmente por su obra "De emendatione gratianae", una crítica exhaustiva de las "Decretales de Graciano", una importante colección de derecho canónico. Agustín señaló errores y contradicciones en esta obra, lo que influyó en la revisión y corrección de las mismas. Además de "De emendatione gratianae", Agustín escribió otras obras importantes, como "De regulis iuris", donde aborda cuestiones de jurisprudencia y teoría del derecho, y "De rebus sui temporis", una crónica histórica de su época.

Pensamiento humanista: Agustín fue influenciado por las corrientes humanistas de su tiempo, lo que se refleja en su enfoque crítico y su interés por la erudición y la revisión de textos antiguos. Agustín estuvo en contacto con importantes figuras del humanismo y la jurisprudencia de su tiempo, como Andrea Alciato y Juan Luis Vives. Estas relaciones intelectuales influyeron en su pensamiento y en su desarrollo académico.

Carrera eclesiástica: Además de su labor como jurista, Agustín también tuvo una destacada carrera eclesiástica. Llegó a ocupar importantes cargos, como Obispo de Alife en Nápoles, Obispo de Lérida, hasta que fue nombrado arzobispo de Tarragona, en cuya catedral está enterrado.

Contexto histórico: Antonio Agustín vivió en una época de profundos cambios en Europa, marcada por el Renacimiento y la Reforma Protestante. Estos movimientos influyeron en su pensamiento y en su enfoque crítico hacia el derecho canónico y la autoridad de la Iglesia.

Actividad política y diplomática: Además de sus actividades académicas y eclesiásticas, Agustín también desempeñó un papel activo en la vida política y diplomática de su tiempo. Participó en diversas misiones diplomáticas y ocupó cargos políticos, lo que le permitió tener una visión amplia y multifacética de la realidad de su época. Fue hombre de confianza y de consulta de Reyes y papas de su tiempo.

Legado en el derecho español: La obra de Antonio Agustín tuvo un impacto significativo en el desarrollo del derecho en España. Sus ideas y su enfoque crítico influyeron en la evolución del derecho canónico y civil en el país, y su legado sigue siendo relevante para los estudiosos del derecho hasta el día de hoy. Instaló una imprenta en los años en los que fue su Arzobispo en donde dio impulso a numerosos libros para completar su biblioteca que actualmente está en El Escorial.

El zaragozano Antonio Agustín fue una figura destacada del Renacimiento español, cuya obra abarca no solo el ámbito del derecho, sino también la historia, la política y la diplomacia de su tiempo. Su enfoque crítico y su erudición lo convierten en una figura importante en la historia intelectual de España y de Europa. Falleció en Tarragona en el año 1586 y en su vida fue autor de más de cien obras de Derecho, Historia y Teología.

8.5.24

Historia de Prudencio, un posible zaragozano poeta del siglo IV

En Zaragoza todos sabemos donde está la calle Prudencio, pero no todos sabemos quien fue el citado Prudencio, así que voy a contar algunos datos de este insigne zaragozano. El primero es que no hay seguridad de que naciera en Caesaraugusta sobre el año 348 (pues sin querer nos lo dijo él mismo al señalar quien gobernaba en su niñez), aunque sabemos que nació a orillas del Ebro y bien también podría haber nacido en Calahorra, en Calagurris.

Aurelius Prudentius Clemens fue un gran poeta que en aquellos años primeros del cristianismo era tanto como decir que era un relator, un periodista actual, pues sus trabajos eran muy amplios y han llegado algunos hasta nuestros días.

Realmente Prudencio se consideraba tanto de Calahorra como de Zaragoza lo que ha creado serias dudas sobre su nacimiento pues a ambas localidades volvió varias veces y sobre ambas escribió y citó como "suyas". 

De hecho en el año 405 hubo una edición de todas sus obras, lo que le da la importancia que se merecía, incluso en vida.

Fue el primer relator de las persecuciones a los cristianos en Zaragoza, a los Innumerables Mártires, a Santa Engracia, etc. Escribió el Cathemerinon liber donde hace un relación de lo que se debe hacer en cada hora del día con himnos. También un libro (Hamartigenia) sobre el origen del pecado, una Apotheosis sobre la resurrección. Su largo poemario titulado "Peristéfano" sería su obra más conocida en la actualidad. Contiene 14 bloques, del que el cuarto está dedicado a Zaragoza y a sus Innumerables Mártires.

Dejó escrito los tormentos que se realizaron a San Lorenzo, a San Vicente y a Santa Engracia, y algunos de sus escritos han servido varios siglos después como inspiración a otras obras sacramentales o de alegorías teatrales sobre las luchas de las almas humanas con sus demonios y sus dudas.

Murió a principios del siglo V, entre los años 405, 410 a 413, no hay seguridad. Su vida fue realmente la de un político que se movía por la Europa romana de aquellos años, por Roma y Milán principalmente, llegando a ser Gobernador de hasta dos ciudades o provincias romanas (no conocemos sus nombres) y estar en contacto con los gobernantes de su época.

A finales del siglo IV y cansado ya de esa vida pública, se retiró a un monasterio, de vuelta a Hispania, para hacer una vida pobre incluso en la alimentación y dedicarse a la poesía religiosa, que comenzó a escribir ya muy tarde, cuando ya tenía 56 años, en el año 404 aunque algunas obras son ligeramente anteriores. Allí, en ese monasterio, murió sin saber en qué lugar estaba.

Os dejo algunos textos suyos escritos a principios del siglo V, hace más de 1.600 años:

Diez lustros he vivido ya, si no ando engañado; siete órbitas además van haciendo rodar el año, mientras yo gozo del tornadizo sol. El fin se me llega y Dios ya apliega el día vecino a la vejez. ¿Qué hice de provecho en tan luengo paso del tiempo?
Bajo el chasquido de palmetas lloró mi edad primera; luego, contagiado de faltas, la toga me enseñó a mentir, no sin culpa en mi conciencia.
Entonces el descaro lascivo y la altanera molicie (¡ay, vergüenza y pesar!) mancillaron mi mocedad con las heces y el lodo del libertinaje.
Después las disputas armaron mi espíritu turbulento y mi afán malamente empeñado en vencer quedó sometido a avatares adversos.
Al timón de las leyes goberné por dos veces las riendas de nobles ciudades: a los hombres de bien devolví sus derechos de ciudadanos, fui el terror de los delincuentes.
Por fin, ascendiéndome en rango militar, el afecto del príncipe me elevó, tomándome a su servicio y haciéndome estar muy cerca de él, en la guardia más próxima.
Y mientras la vida, en un vuelo, me anda cumpliendo estas cosas, de pronto la albura de pelo se le ha colado a este viejo, censurando mi olvido del anciano cónsul Salía, bajo cuyo mandato fue mi día primero; cuántos inviernos éste ha ido haciendo rodar y cuántas rosas devolviendo ha ido a los prados, pasados los hielos, la nieve de mi cabeza lo prueba.
¿Es que de algo me han de servir estas cosas, buenas o malas, después de extinta la carne, cuando ya la muerte ha ya borrado aquello — sea lo que sea— que yo había sido?
Decirme debo: «Quienquiera que seas, tu espíritu ha perdido el mundo al que se ha entregado; aquello por lo que se afanó no es propio de Dios, de quien serás posesión».
Y, con todo, en el instante postrero despójese el alma pecadora de su ofuscación y a Dios honre con su voz al menos, si con sus méritos no puede.
Que sus himnos marquen el engarce de los días y ninguna noche calle sin cantar al Señor; luche contra los herejes, la fe católica extienda, pisotee los cultos gentiles, lleve la ruina, Roma, a tus ídolos, consagre su canto a los mártires, a los apóstoles alabe.
Y mientras estos poemas escribo o pronuncio, ¡ay, ojalá que, libre de los lazos del cuerpo, yo me proyecte hacia donde me haya conducido el sonido último del movimiento de mi lengua!.


Nota.: Por si a alguien le interesa conocer mejor sus obras os dejo las cuatro obras que se consideran más importantes, y todas se pueden conseguir por internet.

"Cathemerinon" (Himnos Diarios): Una colección de himnos que cubren diferentes momentos del día y eventos de la vida cristiana.

"Peristephanon" (Corona de los Mártires): Una serie de himnos en honor a los mártires cristianos y sus sacrificios.

"Psychomachia" (La Batalla de las Almas): Un poema alegórico que personifica las virtudes y los vicios en una batalla espiritual.

"Apoteosis" (Apoteosis de Mártires): Una obra que celebra a los mártires cristianos y su triunfo en el cielo.

Segunda Puerta de Santa Engracia en Zaragoza


Vemos en esta imagen a una Zaragoza engalanados con ocasión de la visita de la reina Isabel II a la ciudad en octubre de 1860. En primer plano vemos al Neptuno presidiendo la actual Plaza España, sin tridente pues estaría en reparación, y todo el trayecto del actual paseo de la Independencia.

Pero al fondo vemos la Segunda Puerta de Santa Engracia. ya habíamos hablado de la Primera Puerta y de la Tercera Puerta. Esta que es la Segunda en pocas décadas, es la posiblemente menos conocida.

Es una fotografía de Charles Clifford mostrando toda la zona que habían ideado en un primer momento los franceses y que ahora ya los zaragozanos habían decidido dignificar como el futuro crecimiento de la ciudad.

Se plantó hacer un Arco del Triunfo pero las dificultades económicas de aquellos primeros año tras la Guerra no permitían grandes gastos. El propio Rey Fernando VII destinó parte de los impuestos que se recaudaban en la ciudad con la entrada del azúcar y el cacao, para destinarlos a la construcción de esta puerta o Arco del Triunfo.

En el año 1827 se iniciaron las obras, pero aquello iba muy lento y aunque se intentó tenerla terminada para una visita del Rey no fue posible y se puso en su lugar una puerta al que llamaron "Interina" hecha con maderos y lienzos imitando la futura puerta. Un clásico trampantojo.

Se reanudaron las obras en 1830, se pararon, se continuaron en 1835, no gustaba del todo el proyecto ya construido y se modificó en 1859, y cuando vino Isabel II seguía sin terminar, aunque la veamos en la imagen de arriba a lo lejos, y se volvió a terminar con grandes telas y andamios, para simular un Arco del Triunfo definitivamente acabado.

Finalmente en el año 1865 el Ayuntamiento de Zaragoza decidió demoler la puerta inacabada y en malas condiciones, sin haber quedado terminada nunca. 

Los proyectos eran muy hermosos, el papel aguantó todos los dibujos posibles simulando la Puerta de alcalá de Madrid, pero nunca pasó de una puerta de entrada y salida sin sentido pues incluso cerraba visualmente el crecimiento de Zaragoza.



7.5.24

Tercera Puerta de Santa Engracia en Zaragoza


Tras hablar de la Primera Puerta de Santa Engracia, toco mostrar la más conocida de todas ellas, la última, la Tercera Puerta de Santa Engracia.

Aquella zona, por la que se pensaba hacer crecer la ciudad de Zaragoza, enseguida observó que una Puerta, o incluso lo que era peor, una GRAN puerta, molestaba al tránsito que iba creciendo en la ciudad. Tenía cinco accesos separados por pilares, tres para peatones y dos para coches y caballerías. Era de hierro fundido y tenía dos garitas para cobrar impuestos de consumo.

Se derribó en el año 1904 para dar salida natural a una Zaragoza que ya no quería frenos ni delimitaciones urbanas que le encorsetara. Y además los cobros de los impuestos habían cambiado de modos y formas. 

Construida en el año 1866 enseguida se cuestionó su emplazamiento y sus muchas puertas y su tamaño. Obstaculizaba el crecimiento del tranvía y no tenía un sentido práctico.



Vista aérea nocturna de Zaragoza


Dejo una imagen curiosa de la Zaragoza aérea y nocturna lograda en un viaje de avión comercial por el tiktoker @MarcFootage. Es como un dibujo de la iluminación de la ciudad, vista desde el Oeste, en primer plano el meando del Ebro en la zona de la Expo.

5.5.24

Maqueta del Convento de San José destrozado por los franceses


Estas imágenes que vemos aquí nos muestran una maqueta original del estado en el que quedó una zona de Zaragoza tras el Segundo Sitio, en enero de 1808. 

El plano en relieve y maquetado en madera, nos enseña el final del asedio a Zaragoza por parte del ejército napoleónico en enero de 1809, y muestra esa parte de la ciudad en estado de ruinas. 

En concreto vemos aquí el Convento de San José, que estaba en la zona de la calle actual de Conde Alperche, entre el río Huerva (que vemos en la maqueta) y la entrada del barrio de Las Fuentes. 

Y cruzando el río Huerva veríamos las paredes que todavía se conservan en parte, de la calle Asalto hacia el convento de San Agustín.

Este modelo maquetado y realizado en 1810, pertenece a una serie de planos de ataque realizados por Martin Boitard a principios del siglo XIX por encargo de Napoleón I y que se conservan en Francia.

Además de madera utilizó para la maqueta metales y vidrio, arena, musgo y líquenes, además de pintura. Su estado era muy malo y se intentó restaurar en la medida en que se pudiera, para conservarlo, por el francés Aude Connord, en el año 2011. Se encuentra en el Musée des Plans Reliefs de París.



Puerta del Duque de la Victoria en Zaragoza


El Periódico de Aragón nos ha recordado con esta imagen lo que fue la Plaza de San Miguel de Zaragoza, la salida de la ciudad hacia el Este, buscando las tierras de Montemolín y Las Fuentes, zonas de huertas, de vides, de forraje. 

Era cruzan el río Huerva y adentrarse en un mundo ya no urbano, natural, rural, con torres de labranza, también a veces de zonas inundadas, sin iluminación y llenas de árboles y arbustos.

Pero además de lo que vemos de aquel urbanismo, es interesantísimo ver la vida personal, la sociedad de aquellos zaragozanos como nosotros, que vendían, compraba, trabajaban o crecían en aquellas calles, en aquel universo que para ellos era muy moderno.

Creo que la fotografía era del año 1899, y del autor tengo dudas entre al menos dos franceses, aunque me decanto por J. Lévy et Cie. 

4.5.24

Un callejón muy histórico en Zaragoza



Creo que es la única calle cubierta de Zaragoza o una de las pocas que nos quedan, junto a la Magdalena hay otra especie de callejón parecido. Es una calle corta, un callejón más bien, pero con mucha historia de guerras contra los franceses, defensas de un territorio que se sentía avasallado.

Se mantiene abierto y cuidado, se puede pasear y entrar por la calle en busca de su final, que lo tiene. 

Es adentrarse a un lugar en donde sabes que hace 200 años se sufrió muerte y dolor. Impresiona mirar sus paredes retocadas y adivinar que allí hubo personas sufriendo y no hace tanto tiempo. 

Muchos de vosotros no sabéis donde está, así que es un buen momento para encontrarlo. Si os bajáis la imagen al ordenador, en el nombre de la imagen podréis leer el nombre de la calle.