Buscando la no paridad, el título es representativo. Detrás
de cada gran mujer es bastante probable que pueda haber un gran hombre. O por
lo menos un hombre raro y nada aburrido (because, we were never being boring,
que juraban mis queridos Pet Shop Boys). Eso decidí ser yo viendo la actitud de
John, ese es el caso.
Vivian y John, ya había nacido Charis en Sheffield –sí,
cerca de Leicester F.C.- renunciaron al brumoso London hippy de los Rolling, o
mejor de los Pretenders, y se instalaron en Berdún. Junto con Susan and Peter,
la primera según ella nada menos que una Mountbatten de India… Berdún,
territorio gin tonic de arañones…
Buscando el sol y su Katmandú particular, decidieron
emigrar, emigración blanca siempre querida y que no se llama así, a la
incorrupta España de la época. Que tan bien refleja Calabuch de Berlanga con
una Peñíscola todavía habitada solo por pescadores. En Britain ya no había mas
que ruido y suciedad entonces. Era un todo conurbación London-Manchester.
Territorio Dickens.
Salobreña-Berdún: villages suspendus, que dicen en Francia.
Sobre el Mediterráneo y sobre Bisaurín, algún parentesco guardan.
Entonces todo el interior y también la costa española eran la
Marrakesh europea. Así, empezaron su periplo por la costa andaluza –sí,
sucumbieron al tópico- y vivieron un tiempo en Salobreña. Pero pronto sintieron
que el Mediterráneo se pervertiría en otra Londres como así fue –cuando los
alemanes abandonan un lugar es que está a punto de masificarse, cuidado con el
Matarranya- y se dieron una vuelta a la piel de toro con carteles de Osborne.
Cuando avistaron Berdún desde la carretera, experimentaron
un normal déjà vu de Salabreña y se quedaron para siempre.
Cuando ahora tanto se llena la gente la boca con el turismo
de calidad, sostenible y demás zarandajas –todo el mundo se mueve en coches y
todo terreno diesels-, ellos cuatro llevaron a cabo un genial proyecto en
Berdún, dado que Peter y John eran pintores: una Escuela Internacional de
Pintura.
Así que cuando yo era crío, en los años 70, en momentos que
no eran agosto –ruptura de la estacionalidad- recibían grupos de ingleses pero
también de canadienses, australianos, neozelandeses, alemanes… y les enseñaban
dibujo, románico –pasión de Vivian la comparación entre el lombardo pirenáico y
Capadocia- y los colores a los que nosotros no prestábamos atención.
La película Kodak de la que John era devoto usuario mostraba
unos colores rastrojo, tierra roya, óxido de llave o puerta abandonada que yo
veía valorar por primera vez en mi vida a los 8 años…
Estilo inicial de John: Frank Stella, geometrismo. Lo tenéis
en el Gugenheim, Bilbo.
Estilo final de John: Mark Rothko, colores de Arizona por
capas. Los colores de la tierra de Berdún matizaron su paleta cromática.
Así que es posible que esta serie de artículos a ellos se deba,
a que en Berdún podíamos amalgamar cosmopolitismo y una abuela analfabeta pero
muy lista que en mi casa me guisaba nouvelle cuisine y no lo sabía porque había
sido cocinera en Ansó… Estoy seguro que todos nos aprovechamos y a todos nos
afectó ese ambiente. Borracheras y conversaciones guiris en el bar. Así como a
John y Charis, el contrario.
Mientras todo esto pasaba y vivían de la diferencia de
cambio libra-peseta (qué tiempos en que el contrabando era posible, Montoro),
Peter dibujaba unos excelentes paisajes de glacis, viñas viejas y la flora de
la Canal y John se lanzaba a un magno recorrido que, partiendo de la influencia
de Frank Stella, le acercó cada vez más a los colores y la síntesis
paisajística de Rothko y sus Arizona desolados.
Es urgente una retrospectiva de estos dos singulares, tan
alejados pero tan personales pintores. Su legado en Berdún es patrimonio de
todo Aragón. Jorge Marqueta, lo tenemos pendiente.
Todas estas influencias, así como su adorados Coltrane,
diseños Alfa Romeo y coleccionismo y construcción de trenes antiguos, me legó
uno de mis dos padres, John Boucher. También su mala hostia tan humana.
Afortunadamente, mis dos madres todavía están vivas.
No podemos poner imágenes de sus pinturas concebidas y
ejecutadas en Berdún, pero vamos con sus artistas referencia en las imágenes
artísticas. Respecto de sus gustos literarios, los de John no los recuerdo. Voy
a seleccionar un autor teatral inglés que admiro, Joe Orton, fascinante personaje, muerto en 1967, año de mi
nacimiento y de la llegada a España de estos cuatro personajes y nacido, sí, en
Leicester… Es un aforismo muy humor negro de John y no miro a nadie…:
Tener una familia es como
tener una bolera instalada en la cabeza.
10/05
Luis Iribarren.