En mis entradas me lleno mucho la boca con iniciativas
empresariales en el medio rural. Las aplaudimos pero no se puede ocultar que un
claro factor de localización de empresas que compiten en el espacio globalizado
es el factor coste de trabajo. Y que por eso se deslocalizan de modo interior.
También hemos ensalzado la labor y paisaje generados por un
sector agroalimentario íntimamente ligado al Opus Dei: la integración porcina,
las cooperativas de segundo grado de fruta, determinadas bodegas… la mayor
parte de la industria endógena en el eje Barbastro-Lleida.
La cooperativa de Guissona, la San Miguel, Vall Companys,
quizá Duran Lleida, quiza Valonga… Los cinco o seis autobuses diarios que
recogen alumnos en el corredor Barbastro-Binéfar para ir cada día a colegios
del Opus de “Lleide”. Aragoneses, San José María Escrivá de Barbastro. Le
dedicaremos entrada dedicada a las luces de este singular aragonés. No le
haremos ascos, Belloch le iba a dedicar la actual calle Lacarra. Sin embargo y
con todo el marcelinato, no la tiene Maurín todavía… Qué cosas.
Decía que, por una vez y por lo que están sufriendo, tenemos
que ensalzar iniciativas de creación de empleo para grupos sociales
desfavorecidos y un proyecto educativo en el que participé como espectador
directamente y del que quedé asombrado y prendado. Los dos de Huesca. Los dos
habrán sufrido recortes. Obviamente no son de economía global y por tanto hacen
más Aragón porque lo mantienen.
1.- Jazz for Kids.
El primero es el proyecto “Jazz for Kids”. Es un proyecto en
que jóvenes estudiantes de música, sobre todo de la provincia de Huesca, y entre 10 y 20 años se encuentran, conocen y
tocan. Así, además de su formación musical, estos 25 alumnos amplían sus conocimientos
hacia el jazz que también aman. El proyecto lo lidera Alejandro Esperanza –le
va el nombre al dedo- desde el Conservatorio de Huesca. Nació según él
“después de que alumnos altoaragoneses participaran en un
Festival Internacional de Jazz. A partir de aquí surge esta escuela específica
que intenta cubrir el vacío existente en nuestra Comunidad.”
Tuve la oportunidad de escucharlos en el Encuentro de Jazz
de Fonz el último fin de semana. Ya no es lo bien que tocan swing, es que
emociona cuando los presentan ver que provienen de Benás, de Castejón de Sos,
de Tardienta, de Sabi, de Huesca… Y que invitaron a un chaval de Fonz que
aprende en Monzón a tocar… A todos nos gustan estas iniciativas. Niños de la
provincia se conocen y preparan temas digitalmente… Esto también hace economía
de la buena: sus familiares de toda la provincia lo pasaron muy bien en Fonz.
Redes, que decía Punset.
Fonz, plagado de palacios renacentistas albergó el pasado fin
de semana un interesantísimo encuentro de jazz y baile swing. Fue muy popular y
agradable, lástima de viento.
2.- Proyecto
Semonia.
En Huesca ciudad existe un proyecto que está generando
empleo social y que va un puntito más allá de las iniciativas de Gardeniers en
Zaragoza y de Atades-vivero en Huesca, ya relevantes.
Semonia, diosa de la siembra, es una tienda preciosa tirando
a gurmet en el Centro histórico de Huesca que aúna la venta de productos ecológicos que
se siembran en el huerto que Atades Huesca tiene en su recinto, pero que
también ha apostado por integrarlos real
y efectivamente, al ser los dependientes discapacitados formados en Atades. La
acogida está siendo fantástica y el diseño de la tienda es precioso.
Desde Zaragoza debemos aprender a mirar las excelentes
iniciativas que se generen en la segunda ciudad de Aragón, donde se respira
otro aire de convivencia y consenso político del que aprender. Y donde no se
miran las iniciativas por su color político sino por su originalidad y calidad.
Interior de Semonia. Alimentos y trato de excelente calidad
en un marco de diseño artístico
del que gozan los trabajadores integrados.
07/05 Luis Iribarren