1.9.13

Un autorretrato de Goya poco conocido. San Francisco el Grande; Madrid


Nada más entrar en San Francisco el Grande de Madrid, la primera capilla de la izquierda nos deparará a los zaragozanos dos sorpresas. Una pequeña imagen de la Virgen del Pilar y en el altar  de la capilla un gran cuadro pintado por Goya.

El cuadro “San Bernardino de Siena predicando ante el Rey” es un lienzo realizado por Francisco de Goya para la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid, donde como comentamos aún se conserva, y que fue pintado en la década de 1780 sin tener claro el año concreto.

Francisco de Goya era, en esa época, un joven reputado pintor de cartones para tapices; pero la crisis de Gibraltar, producida al inicio del decenio, provoca la escasez de encargos públicos y hace que el interés del artista se traslade a obras de índole más privada y a obras religiosas.

En la actualidad hay dudas sobre si Goya quiso representar al monarca aragonés Alfonso V el Magnánimo o al Rey Renato I de Nápoles recibiendo las bendiciones de San Bernardino de Siena.

El artista emprendió esta obra con el fin de ganarse el favor del rey Carlos III, amoldando su forma de pintar al gusto neoclásico que tanto agradaba al Rey. Esto es patente en la ordenación geométrica de la composición, en forma piramidal, con casi todos los personajes mirando al cielo como extasiados.

Se considera que es una de las obras religiosas más logradas de Goya, quedándose él mismo autorretratado en la figura del joven más a la derecha con chaleco amarillo. El cuadro es de grandes dimensiones midiendo 4,8 por 3 metros.

El violento escorzo, con una vista de abajo hacia arriba, donde se sitúa el santo iluminado desde el cielo, lo utilizará posteriormente en las pinturas al fresco de San Antonio de la Florida. El variado y luminoso colorido recuerda las pinturas de cartones para tapices pero detalla el rostro de los personajes, dotándoles de miradas propias y personalidad. Curiosamente el propio Goya parece desentenderse de la escena, mirando a los espectadores en vez de a San Bernardino.