José Atarés era sobre todo un político que caía bien.
Incluso a sus colegas de partido, a sus contrincantes y sin duda a sus ciudadanos.
Un político que adoraba Zaragoza, algo complicado de entender en una tierra en donde todos quieren huir a Madrid.
Se convertía en Alcalde de
Zaragoza tras un periodo gris de Luis Fernanda y supo plasmar otro talante y
forma y en tan solo 3 años dejar huella. De esto hace solo 10 años aunque
parezca que ha pasado un siglo.
El trasvase del Ebro, apoyado por el PP desde Madrid, lo
retiró de la reelección de Alcaldía de Zaragoza como muy bien ha sabido
reconocer el hoy Alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. Simplemente un
ejemplo de que SI hay otra forma de ser y hacer política para llegar a los
ciudadanos.
Os dejo un enlace para leer una entrevista que le hicieron desde el PP, cuando ya estaba enfermo. He preferido publicar algunas respuestas personales y no políticas, para conocer mejor su forma de entender la vida.