Hoy he estado de visita en el Museo Provincial de Zaragoza.
Bien. Atendido justamente, necesitaría algunos vigilantes más, con unos
contenidos muy mejorados en su presencia tras las últimas reformas, con
exposiciones complementarias y una ordenación de contenidos mucho mejor que
hace unos años. Bien.
Bien pero mal.
¿Qué ha pasado con el Espacio Goya? Tenemos un germen de
Espacio Goya dentro del propio Museo Provincial que debería haber germinado en
algo diferente, más lógico, poniendo en valor la figura de Goya. Acuerdos con
el Museo del Prado permitirían traer más obras, pero también se debe trabajar
más los sinópticos, la información complementaria, las obras de coetáneos, de
artistas posteriores que siguieron estelas abiertas por Goya.
Las posibilidades de dotar a un Espacio Goya de una calidad
extraordinaria son muchas, es querer, es algo más que tener.
Por cierto, pasando por la Plaza de los Sitios he visto
vacío el edificio de la antigua Escuela de Artes. Podría decir que
vergonzosamente vacío. No, tristemente vacío. Con Goya estamos haciendo lo que
hacemos siempre. Desear lo más grande, tan grande y enorme que nunca lo
hacemos. Buscamos continente y no contenidos, subcontratar a arquitectos de
renombre grandes edificios de colorines. Pero no somos capaces de darnos cuenta
que lo importante es lo que vamos a poner dentro, de lo que somos capaces de
hablar y de mostrar. Y Goya existe con edificio chulo o aprovechando los que
tenemos. Todo lo demás es poner a trabajar a persona que ahora están
desempleadas. Efectivamente, pagándoles el sueldo, faltarçia más.