Quien piense que el conflicto de AUZ y Zaragoza, AUF y el
Ayuntamiento, AUF y los trabajadores es un asunto sencillo y del que todo se
ve, está equivocado.
Es un gran iceberg donde lo mas complejo y enorme está
escondido debajo del agua.
Parece inevitable una tensión dura para las próximas semanas, si no próximos meses, que será a
diversas bandas, no todas entre trabajadores y empresa. La deuda entre AUZ y el
Ayuntamiento pesará y mucho en los resultados finales, como lo hizo a la hora
de sentar las bases para la renovación. Son muchos millones, diversos según
quien los cuente, y que pesarán en las mesas de los despachos de un lado y del
otro.
Sin duda la empresa AUZ parece haber deseado que la huelga se
iniciara, nadie sabe bien por qué no ha sido capaz de resolver este problema
con antelación, y ahora mezclado todo esto con los derechos legales de una
empresa anterior que se llamaba TUZSA que bien podría haber realizado gastos de
complicada demostración, nos llevan a un conflicto con muchas aristas.
Mientras tanto algunos trabajadores de AUZ siguen
demostrando que su carácter es complicado de entender.