Tras el debate a cuatro de ayer lunes ya nos ha quedado claro al menos quien va a gobernar España durante los próximos dos años. Sobre todo si los españoles votamos como los sondeos que se publican. Gobernará el Partido Popular sin Mariano Rajoy, apoyado por Ciudadano y el PSOE.
Decepcionante debate encorsetado y rígido, que no sirvió para nada excepto para que Sánchez desde el PSOE, dejara muy claro con sus silencios que no piensa gobernar con Podemos, excepto que sean ellos los que quieran avenirse a gobernar con el PSOE, con independencia de quien tenga más votos.
Estamos peor que en diciembre, pero con el compromiso de que esta vez se cederá todo lo necesario para no volver a convocar elecciones. Ojo que con esta decisión, pues podemos tener problemas, nada está claro si nadie se quiere someter a la investidura hasta que se tengan los apoyos suficientes.
Ayer lo importante no es quien ganó en relación a sus tres contrincantes. Sino quien ganó en relación a sus votantes y sus planteamientos tácticos. Perdió Sánchez y Rajoy, aunque ambos salieron muy vivos, pero dieron más energía a los nuevos partidos que no sólo se asientan sino que demuestran tener razones y poderío. Ganaron “los nuevos” que demostraron saber estar, tener ideas diferentes, hacer un diagnóstico muy claro de la situación, y que han aprovechado estos meses para aprender.
Casi suspendió Mariano, al que con un cinco raspado le valía para ganar. Sánchez sacó un 7 pero debía sacar un 9 para aprobar todo. Rivera y Pablo lograron un 8 y no necesitaban más para seguir en la carrera y subir de nivel. Lo malo para ellos es que todavía les van a quedar al menos dos años más en el banquillo estudiando las materias, pues los viejos no se quieren jubilar tan rápido. Excepto que los españoles en tromba optemos por opciones jóvenes y nuevas, tanto a derecha como a izquierda. Siempre nosotros somos los importantes en esto.
Julio M. Puente Mateo