Ningún loco desde diciembre 2015 pudo imaginar que unas nuevas elecciones en junio 2016 fueran todavía más complejas que las anteriores, y además atados esta vez a tener resultados “sí o sí” por arte de la lógica responsabilidad política. Pero la realidad no la escriben los tontos sino el sentido común y ahora, unos meses después, nos encontramos a muchos electores sin saber bien a quien votar por la constante acumulación de errores de los candidatos. Es curioso pero asciende quien menos errores comete. No hay mensajes de excelencia, que alienten a los ciudadanos hacia una figura determinada. Las ideologías se aplican los partidos nuevos en decirnos que ya no existen.
La intransigencia de alguna izquierda está produciendo mucho más daño del que ellos mismos se imaginan, creyendo que toda discrepancia que les llegue, sea leve o razonada, es producto de enemigos irreconciliables. Jodo con las formas de ver la realidad política de unos nuevos viejos absurdos. Ayer publiqué una entrada que titulaba “Ya tengo motivos para NO votar a Unidos Podemos” con gran éxito de visitas pues en estos momentos ya van por 1.642 lectores. Y en las redes sociales ha recibido palos por doquier de personas que no saben leer entre líneas, de cerrados sesudos que atacan a todos los que no son exactamente iguales a ellos. Era un toque de atención, y en la misma medida en que decía que ya tengo motivos para no votar a un partido, sin duda por mis muchas entradas se podrá leer que también los tengo para NO votar al resto. Y os puedo asegurar que lo que no voy a realizar es abstenerme, pues nos costó mucho poder votar en tiempos pretéritos. Tener motivos no quiere decir tener “todos” los motivos.
Pero tras leer los comentarios de personas de Unidos Podemos, sin duda hoy tengo MÁS motivos para NO VOTARLES que ayer, antes de escribir. pero no por la discrepancia, que eso es bueno, sino por el tono de la discrepancia.
España y sobre todo los españoles actuales, necesitamos soluciones. O cuando menos necesitamos que no se nos complique más la existencia. Necesitamos respeto mútuo. Que desde Europa y el mundo mundial entiendan que España es importante en Europa y Europa importante en el mundo, y que entre nosotros también vamos a respetarnos para poder trabajar por el éxito básico. Sea desde Aragón o desde Extremadura. Pero algunos están dispuestos a parecer ciudadanos de principios del siglo XX. Un gran error. Es verdad que nada cambia tanto en un siglo como parecer otra cosa. Incluida la política y la sociedad. Pero si no aprendemos de los errores, como dicen todos, estamos condenados a repetirlos.
Julio M. Puente Mateo