Vuelven a la carga y al cabreo los vecinos de la Avenida de Cataluña de Zaragoza, hartos de engaños y olvidos, abandonos y tonterías tras decenas de reuniones que no sirven para nada. Ustedes ya saben que yo mismo he trabajado y mucho en este tema con resultados “CERO” dejándome llevar también por las bonitas palabras, las buenas intenciones, los intentos de llevar este tema por el Justicia de Aragón, el Defensor del Pueblo, el Congreso de los Diputados, el Ayuntamiento de Zaragoza, la Junta del Rabal, las Cortes de Aragón o el propio Gobierno de Aragón.
Los vecinos muy bien comandados por las personas que desde la Asociación de Vecinos Ríos de Aragón, han ido creyendo que era posible a largo plazo, y que era imposible en el corto plazo por falta de fondos, por no ser el momento, por no darse las circunstancias precisas. Excusas de todos los que hemos intervenido en este asunto.
Hasta que desde la propia asociación se han puesto a mirar desde hace ya bastantes meses cuantas calles y avenidas en las mismas circunstancias que la Avenida de Cataluña de Zaragoza, hay en España y qué soluciones se les están dando. Aquí ha estallado el dolor y la pena, cuando no es ASCO.
Vigo, La Coruña, Pontevedra, Plasencia, Burgos, Ferrol. Sí, son ciudades que ya tienen cerrado la cesión y con dineros para hacer las obras de adecuación o de arreglo necesaario. En muchos casos con más dinero encima de la mesa del que marca la ley tras convenios con el…, MINISTERIO DE FOMENTO y la intervención de…; los GOBIERNOS AUTONÓMICOS respectivos. Se firman acuerdos a tres bandas, entre los ayuntamientos, las comunidades autónomas y el ministerio. Algo que en Aragón, en Zaragoza, nos parece imposible.
Como de este tema sé mucho, no quiero contar más. Simplemente y como parte implicada en la negociación desde la parte política, me parece una tomadura de pelo hacia los vecinos, y además lo digo públicamente para que no haya dudas. Aunque sea responsable. Y no pienso pedir perdón, pues el perdón lo piden los que se arrepientes de lo que han hecho, y yo no me arrepiento de nada sobre este tema. Simplemente es que me han ido tomando el pelo como a los vecinos. Los tontos no nos arrepentimos de ser tontos.
Julio M. Puente Mateo