Tras escuchar las grabaciones realizadas al Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, en una conversación junto al director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, para buscar casos de corrupción que pudieran imputarse al entorno del líder de ERC, Oriol Junqueras, a uno le entra un escalofrío complicado de explicar. ¿Esto es la España democrática que nos hemos dado entre todos?
¿Es posible que un Ministro en la España democrática del 2015, un ministro además de los muy importantes, pueda decir todo lo que se escucha en estas grabaciones?
¿Es posible grabar al Ministro en su despacho y sacar luego estas
grabaciones a los medios? ¿Cuantas veces se ha producido este fallo de
seguridad?
¿Por qué no ha dimitido en el acto? ¿por qué no lo han cesado?
¿Quienes sabían de estas maniobras, pues aunque se apunta al propio Presidente del Gobierno no queda clara su influencia?
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España debe cambiar mucho. Demostramos todas las semanas que somos un país de pandereta y broma trágica, somos la España triste que en cualquier momento se puede caer al abismo. Nos falta formación humana, democracia real, limpieza mental, sensatez, sentido común, autoexigencia. ¡Uff!