Ayer estuve en el médico de familia y cuál fue mi sorpresa, que sin avisarnos nos han cambiado el médico, que ya llevaba muchos años atendiendonos a toda la familia. El caso es que han cambiado un montón de médicos y de enfermeras de nuestro ambulatorio, según una lista que estaba en la entrada al mismo. Unos porque han pedido traslado, otros porque les ha obligado a cambiar por los que han pedido traslado, mientras que además a otros los han cambiado la consulta a otra parte del ambulatorio e incluso de horario. Vamos un lío bastante inexplicable, sobre todo en ambulatorios donde hay mucha gente mayor.
Íbamos todos como zombis mirando carteles y nombres, mientras que otras personas como yo —que tengo la misma consulta que antes— resulta que no se sabe cuando me pondrán un médico fijo por lo menos hasta dentro de un mes, porque la doctora que me corresponde, en estos momentos está en un cargo público, con lo cual hasta de dentro de tres años como poco no la tendremos fija. ¿Vosotros creeis que esto es bueno para los enfermos sobre todo los crónicos?, pues no.
Tendremos que empezar todos a contar nuestra vida y salud, ahora y luego otra vez cuando nos toque la persona definitiva. ¿O no era el médico de familia alguien con quien tener una relación de salud agradable y de conocimiento? ¿Y los abuelos o personas mayores? los pobres van como desorientados.
—Dónde está ahora mi médico, y la enfermera?— casi gritaba un señor de más de 70 años casi desesperado. Yo quiero a la de antes que era muy cariñosa decía él. Yo ni entiendo ni sé cómo funciona este mundillo de la sanidad, pero muy mal me parecen estos cambios en grupo, pues sobre todo desorientan a las personas más mayores.
Medranica