En Aragón llevamos muchos años esperando que las comunicaciones entre nuestros propios territorios estén a la altura de nuestros vecinos. ¿Viajáis habitualmente por Cataluña o por Navarra, por poner dos ejemplos muy cercanos? Pues sabéis bien lo que os voy a decir, sobre las obras pendientes que hay en Aragón desde tiempos inmemoriales. Tan pendiente que estamos a punto de caernos.
El cartel de la imagen nos indica 10 obras pendientes de terminar o de comenzar, algunas de ellas en cuanto sales de Aragón hacia Navarra o Cataluña se ve claramente que las diferencias van por zonas. ¿Por qué siempre en Aragón somos los pobres en inversiones? ¿Cuántos años llevamos esperando estas obras? ¿Cuántos gobiernos diferentes han existido en Madrid y en Aragón en estos años? Invertir en comunicaciones en y desde nuestro territorio es invertir en economía productiva para Aragón. Tal vez por eso nuestros vecinos no quieren que en Aragón se hagan inversiones.
Incluso en Soria les cuidan mejor sus carreteras, que se lo merecen, sin duda, pero es un ejemplo de que no hay que ir buscando entre territorios ricos o muy alejadas de Aragón, los lugares para que las comparaciones sean odiosas. Aquí al lado, en Castilla León, también se logran inversiones interesantes que no logramos en Aragón. Y la culpa, lo siento por insistir en esto, es de los aragoneses. Que ya sé que jode reconocerlo, lo siento de veras, pero somos unos benditos, unos incapaces de saber elegir quien debe estar exigiendo para Aragón mucho más de lo que se nos da. Migajas como a las palomas.
Cuando los aragoneses quieran que estén en Madrid otros aragoneses diferentes, ya saben lo que tienen que hacer. Pero de momento están demostrando que no queremos otros políticos en Madrid diferentes a los que (casi) siempre han ido a descansar. Y claro, con perdón sumo, algunos nos cansamos de intentar explicar lo que NO nos hacen caso, y lo mucho que hay que trabajar entre todxs. Por eso hemos perdido "tiempo muerto", para ver si nos enterramos o salimos a ganar. Pero eso, como siempre, dependerá de los aragoneses.
Julio M. Puente Mateo