Hace dos días (sólo) escribí una entrada de gran éxito entre nuestros lectores titulada: “Ya tengo motivos para NO votar a Unidos Podemos” y hoy le voy a dar la vuelta al título y contenido de mis planteamientos con otra entrada similar para ser totalmente diferente. Son trucos de la literatura que no siempre los entienden todos los que se crispan a la primera.
Pablo Iglesias es el “alma mater” de un proyecto nuevo en equipo con serias dudas pero también con más dificultades de las lógicas para implantarse. Los enemigos de los cambios nunca lo han puesto fácil y eso es lógico también. Pablo Iglesias se defiende muy mal en el diálogo verbal pues se crispa enseguida y alza la voz y el tono sin medir las consecuencias. A cambiar eso se aprende con el tiempo. Pero pablo Iglesias y su equipo son unos doctos profesores en la escritura y el sosiego de la página en blanco y hoy lo ha vuelto a demostrar en un excelente artículo publicado en el diario Público. Lo ha titulado: ¿Una cuarta socialdemocracia? donde explica como si estuviera en el aula todo el devenir de las socialdemocracias europeas y sus aledaños hasta llegar a la conclusión de que ahora podríamos estar dentro del nacimiento de la cuarta socialdemocracia. Y a ella se apuntan sin dudarlo, como a la tercera se apuntaron los eurocomunistas, por poner un ejemplo.
Pero entra de lleno a dos temas que me parecen muy importantes. Por un lado hace un resumen de los problemas que nos vamos a encontrar en los próximos años, estamos gobernando desde el lado conservador o el socialdemócrata. Y ahora que cada uno piense desde donde se podrían resolver esos problemas mejor. Y por otro lado y al final hace un llamamiento directo al PSOE, pues solos, ni ellos ni los otros, van a poder gestionar el futuro de la socialdemocracia en España. Dos aciertos claros.
Pablo Iglesias nos habla de la real pérdida de capacidad como Estado-Nación a tener marcos propios de decisión dentro de una globalización imparable y una Europa que hay que redefinir. Advierte de que la competencia internacional es brutal para defender mercados y economías, de la importancia en estos tiempos nuevos de la recolocación de los bloques geoestratégicos y del urgente control del medio ambiente y la sostenibilidad, dentro de una economía que no parece enterarse de lo que nos ocurre.
Pedro Sánchez y el PSOE representan la Tercera Vía o la tercera socialdemocracia, mientras que Pablo Iglesias y Podemos representan la Transversalidad o la cuarta socialdemocracia. Esta nueva cuarta socialdemocracia está por definir, por var su capacidad real de adaptarse a lo que se encuentra modificando todo para que sea útil en el siglo XXI. Pero si no les dejamos intentarlo, eternizar la Tercera Vía es ya un gran error que nos lleva a la desafección total de la sociedad con la izquierda y a la entrada de los populismos conservadores con unos mensajes demagógicos muy fáciles de vender. El peligro es no diseñar bien esa cuarta socialdemocracia, mezcla de nuevas ideas y de contundencia en la defensa de los planteamientos. No lo van a poner fácil nadie, y en principio los que están por abrir esos caminos tampoco tienen claro qué y de qué forma pueden incidir en el mundo social real. ¿Les damos una oportunidad?
Julio M. Puente Mateo
Julio M. Puente Mateo