Una de las preguntas que nos hacemos muchos es de donde viene la senyera reial de la Corona de Aragón, ahora admitida como bandera de Aragón, y también de Cataluña, Valencia y Baleares. Y es bueno poner algo de luz al respecto, alejada esa luz de miradas interesadas. Vayamos a la historia vieja, incluso muy vieja, para buscar indicios.
El rojo y el amarillo (los que llenan la bandera de la Corona de Aragón y la bandera de España), son los colores de más honor de la vexiología y eran ya del imperio romano. Aún hoy la bandera de la ciudad de Roma es roja y amarilla. Representaban al senado y el pueblo romano SPQR. Senatus Populus Que Romano. Se empleaban en los estandartes militares representando de alguna forma la sangre del valor y el oro.
Es cierto también que estos colores fueron bandera pontificia, desde la cristianización de Roma por Constantino hasta 1808, que fue sustituida por los colores blanco y el amarillo, cuando Pio VII ordenó a su Guardia adoptar una nueva escarapela con dichos colores para distinguirlos de las tropas incorporadas al ejército francés. La bandera pontificia blancoamarilla tenía los campos dispuestos diagonalmente. después del Tratado de Letrán entre la Santa Sede e Italia, del 11 de febrero de 1929, la bandera pontificia adquirió la representación actual.
La Casa Aragón adoptó el rojo y el amarillo como colores porque Aragón era en origen Reino vasallo del Papado. La bandera de Aragón más antigua, la primera, era la cruz de Iñigo Arista y las barras eran distintivo familiar.
Jaime I entrando en Valencia. Fresco del Castillo de Alcañiz (Teruel) |
El Rey aragonés Alfonso II cuando es nombrado rey de la Corona de Aragón adopta como bandera de la nueva Corona la actual senyera reial de Aragón, al estar en guerra contra los árabes con la ayuda del Vaticano. Esa bandera la llaman Vexillum Nostrum. “Nuestra Enseña” y se tienen primeros datos de ella cuando se entrega por Alfonso II de Aragón a la ciudad (hoy) francesa occitana de Millau en el año 1187 «mudó las armas e seynnales de Aragón e prendió bastones». Hasta el reinado de Pedro IV de Aragón el número de palos no se fijó en cuatro. Siempre se ha reconocido como “Señal Real” es decir, como señal que indicaba un reino y no un simple condado.
Las barras parecen tener su origen en los lemniscos. Unos hilos que con el lacre cerraban las cartas del Rey de Aragón y el Papa. Con esos hilos los heraldos ganaban en seguridad. Si alguien los atacaba y violaba o rompía los lacres (y quedaban sin duda marca en esos hilos), atacaba al Papa y eso en la Alta Edad Media era como atacar al ejército. Debemos recordar que esta bandera y escudo, con las barras rojas sobre fondo amarillo se utiliza en la actualidad con variables en algunas ciudades y departamentos franceses, italianos e incluso americanos, además de en España, y todos con relación histórica con la Corona de Aragón.
De forma interesada hay algunas historias que hablan de un nacimiento de la bandera de la Corona de Aragón sólo para los Condes de Barcelona. Esto sin ser cierto ni falso del todo, sí cuenta con claros defensores en Cataluña que aprovechan sus interpretaciones para llevarse a su territorio no tanto como lugar de nacimiento de la señal como de emblema de “su” Condado, poniéndolo por encima del valor del Reino. Hay que recordar que los conciertos matrimoniales entre Ramón Berenguer IV y Ramiro II de Aragón establecen que el Conde de Barcelona «pasaba a ser un miembro más de la Casa de Aragón y de su linaje, a todos los efectos» y ambos se casaron con arreglo al Derecho Aragonés. Naciera territorialmente donde naciera, pues la representación de estos escudos de armas la vamos adscribiendo según se encuentran datos cada vez más antiguos en la historia, siempre lo fueron a la Corona de Aragón como estamento mayor, aunque haya autores que hablen del Condado de Barcelona, para llevárselo a sus actuales territorios.