6.6.16

Aragoneses: Domingo Miral. Efecto presente en La Val d’Echo

El Instituto de Enseñanza Secundaria de Jaca se llama como este cheso, Domingo Miral, precisamente poco republicano como es natural según el súper conservador carácter pirenáico. Como recientemente Pétriz de Aragüés, fue rector de la Universidad de Zaragoza tras ser decano de la Facultad de Filosofía y Letras, momento Primo de Rivera y plantación del actual Parque José Antonio Labordeta.

Chesos en la Universidad de Jaca. Chaca y Miral.

En Jacetania, a Domingo Miral le debemos muchas cosas: la más tangible, los cursos de verano de la UZ en Jaca que dinamizan la ciudad en julio y que motivaron que se erigiera con posterioridad el Instituto Pirenaico de Ecología con una preciosa nueva sede en la Carretera de la Victoria. Así, Miral contribuyó a la desestacionalización del turismo y el refinamiento de Jaca como destino estival de médicos, investigadores y demás doctores. Jaca desde entonces es la capital de verano del Reino de Aragón.

Pero hay una contribución menos tangible pero más inmaterial, de patrimonio de la Humanidad inmaterial, la preservación de la lengua y el orgullo cheso. La Val d’Echo es un paraíso en la pervivencia de los usos, indumentaria, lengua y tradición del Pirineo Occidental Aragonés. Más que un paraíso un oasis, un oasis que pervive.

Una comparación “románica” que le gustaría a Miral. Monasterio de Siresa fundado por Galindo Garcés, primer conde de Aragón, y Monasterio de Geghard, Patrimonio de la Humanidad, cabeza de la iglesia Armenia en los valles del Ararat-Arca de Noé.

No es casualidad el efecto económico que ello tiene, la población no disminuye, existen jóvenes que se asientan y su colegio cuenta con una excelente salud en forma de cantera de niños. En cuanto al ocio, no dependen de bajar a Jaca, cuestión de riesgo. Se autogestionan perfectamente. Todo ello arranca de Miral.

Dejamos un texto en cheso codificado por Miral, de la poetisa Victoria Nicolás en “Plevias”. Poner el S’a feito sería demasiado obvio…

Quereria estar pino dreito y alto, que l'ausin m'abrazase y tremolar

Dedicado a Arturo, del Subordán de Echo, por tantas buenas conversaciones.

06/05 Luis Iribarren.