Para una
comunidad es esencial tener libertad de prensa. Pero no solo eso. Para una
comunidad tan despoblada, excepto en su cabecera, es esencial tener variedad de
prensa. Esos locos que informen, entre los que nos encontramos.
Dado que los medios de comunicación de alcance simplemente comarcal –como Jacetania o la Comarca de Alcañiz- o provincial –como los diarios de Teruel y Altoaragón- son un ariete para el desarrollo local y mantenimiento de los servicios en el medio rural.
En la crucial reunión de hoy en Madrid a la que asiste Lambán se planteará este asunto. La afección a la ordenación del territorio aragonesa que se está produciendo por la imposibilidad material de cubrir las plantillas médicas y educativas en los servicios más cercanos a las comunidades y más alejados de Zaragoza, Huesca o Teruel ciudades y cabeceras comarcales.
La denominada
“Conferencia de Presidentes” sin amparo constitucional pero sí en el Estatuto
Aragonés, si fuera bilateral, abordará la negociación de políticas contra la
despoblación. Si no haciendo nada se dotaran suficientemente servicios con
adecuada financiación estatal de proyectos autonómicos se daría un enorme paso
adelante. Esa es la típica reivindicación que se hace muy bien desde estos
medios de comunicación y radios locales, como la que dirige en Benabarre José
Luis Brualla. Radios y diarios o semanales a pie de obra.
El último fin de semana, en la gala anual organizada por el Diario del Alto Aragón, se entregaron pajaritas de Ramón Acín a varios altoaragoneses. Un nadador discapacitado de Sariñena, un bar del Coso de Huesca que cumplía 100 años y una tienda de indumentaria tradicional aragonesa.
Dicho diario,
además, convoca aprovechando Walqa el interesantísimo foro “Diáspora
Altoaragonesa-Encuentros en el Alto Aragón” en que oscenses con relevancia
estatal como Tebas han participado.
Estas son la
típicas manifestaciones de orgullo positivo tan oscenses pero tan necesarias
para la supervivencia de la provincia en su conjunto, que a veces no se
entienden en Zaragoza. Son premiados y proyectos que desde aquí no se verían,
pues no tienen dimensión –por desgracia y como la industria zaragozana- para
tener como destinatarios a todo Aragón en su conjunto.
Elegimos de
este ejercicio el proyecto “A Faldriquera” entre todos los agasajados. Lo
hacemos porque la indumentaria tradicional se ha convertido en un importante
yacimiento de empleo. Debido a la popularización de la jota revisitada, que ha
llevado a cabo hasta casi el hastío Aragón Televisión.
En un momento
en que incluso se podrán recuperar determinadas cooperativas textiles en el
Bajo Aragón, la moda, el movimiento vintage y la indumentaria tradicional han
sido un refugio y cobijo de emprendedores. O de antiguos empresarios y
trabajadores del textil.
Cercana a uno de los epicentros de la historia de Aragón, San Pedro el Viejo –en el Casco Viejo de Huesca-, los diseños y creaciones de esta iniciativa hablan por sí solos.
La riqueza de los trajes y folklore oscenses, particulares por el carácter frontero de mi territorio, los emparentan con Francia y Europa Central. Más que en el caso de los del valle del Ebro. La elaboración cuidada y artesanal de “A Faldriquera” desde un conocimiento profundo de la tradición era necesaria. Y ha sido galardonada con una de las pajaritas.
Dinamización del territorio desde la tradición: no hace falta inventar mucho en ocasiones. Tirol, Escocia o Baviera lo tienen claro. En Aragón tenemos trabajo todavía por hacer… Y empleo que crear que puede ser en localidades poco pobladas…
18/01/17 Luis Iribarren