Los jóvenes no los conocieron, algunos quedan en esqueleto o convertidos en Bingos, tiendas de ropa o en bares. Hay de variado uso, pero sobre todo en los barrios han desaparecido todos los cines de antaño, los que eran de reestreno y nos ponían las películas un par de semanas más tarde que en los cines de estreno y un poco más baratas. Esta cartelera de cines de Zaragoza es del año 1975.
Si repasamos todos estos, te encuentras viejas glorias perdidas, con salones en algunos casos que eran una preciosidad decorada con lujo artístico. El Dorado era un de estos. El Fleta era enorme y una auténtica barbaridad haberlo perdido por nunca sabremos los motivos reales. El Coliseo hoy una tienda de ropa comiéndose su pasaje a dos calles donde los escaparates eran un lujo del pasado.
Pero como locales de reestreno teníamos el Arlequín que ya nadie sabe donde estaba en una primera planta de un edificio hoy cerrado y era un local pequeño y estrecho pero muy “cuco”. El famoso Dux en una zona de San José que hoy está más herida de muerte. El Madrid con dos salas en aquel 1975, reformado no hacía mucho. El oscuro cine Norte junto a San Lázaro, el París cuya sala se ha perdido definitivamente y que tenía un sonido muy aceptable para música y coros. El Pax cuya entrada es hoy una iglesia. El Rialto como otro esqueleto de SAn José que quiso no morir a costa de poner películas verdes pero que no logró salvarse. El famoso Roxy que no es el de la canción de Serrat pero que era muy familiar junto al Matadero. El Salamanca en la zona de la avenida Valencia. Y sin olvidarnos de los Torrero y Venecia muy cercanos pero con clientes bien diferentes.
He dejado para el final el Eliseos, un lujo que ahora se rebela contra morir y que supo aguantar más años. Una ciudad como Zaragoza, si se ha dejado morir tantos locales y algunos más que aquí no figuran, no debe considerarse una ciudad mayor de edad. Es cierto que ya no eran negocio como cines, los tiempos cambian, pero la cultura de una ciudad mucho menor, era capaz en aquellos años de dar vida a tantos locales de espectáculos con tres teatros grandes y céntricos que de forma programada ofrecían espectáculos constantemente. El Teatro Principal, el Teatro Argensola y el Teatro Fleta. Excesivas pérdidas.