El mundo de
los patés y mermeladas se ha desarrollado en Aragón hasta el paroxismo. Sin
haberse conseguido todavía un reconocimiento como el de los Pirineos Norte, la
conjugación armagnac-foie que tanta riqueza aporta al Bearn y resto de
Aquitania.
Estamos empezando, pero van pasando cosas. La miel se está refinando, los pates de olivas negras son los mejores del mundo. Ahora también hay de oliva verde.
En materia de compotas de fruta, Aragón por su combinación entre altura y adecuada insolación produce maravillas indescriptibles. Cercanas a las joyas de la Corona francesas: la miel de acacia y la mermelada de violetas de Provenza.
Bodegón
a partir de productos elaborados con semillas del Banco Tradicional de Semillas
de Sobrarbe. Por un futuro sin Monsantos.
Nuestro clima seco y fragante propicia estas sabias combinaciones. Y personas inteligentes en Sobrarbe están ofertando combinaciones alucinantes como las que os presentamos.
Este fin de
semana tuve la ocasión de desgustar la combinación mencionada de “La Marmita”,
para mí los mejores conserveros de Aragón.
Se trata de una jalea de tomillo sobre base de manzana de Sobrarbe. País en que se están recuperando las simientes tradicionales.
La Marmita
está confeccionando mermeladas tan sugerentes como la de tomate verde del país,
Bloody Mary, de endrinas con sabor lejano a pacharán o de bayas de escaramujo,
muy pegadas al territorio.
MARIDAJE:
Acompañaríamos
una rebanada del pan de la Fueva con esta mermelada sobre queso de Radiquero de
cabra en la forma propuesta.
Si
queréis trasegar algo para bajarlo, un vino de nueces del Bajo Aragón o el
excelente moscatel tinto de Fuendejalón. En el último caso, para acompañar al
mistela negro fragante y como constraste, sugerimos acompañar el último trago
con una onza de chocolate Brescó de Benabarre al menos al 90% de cacao.
26/01/17 Luis Iribarren.