31.1.17

Escultura memorial contra la violencia de género


Hablar con soluciones posibles de la sensibilidad con razones, es muy complicado, pues el dolor cierra las miradas de la calma. La violencia de género pelea incluso por los nombres, por las palabras, por no ser violencia de género y ser violencia machista. Y en llegando a este punto de complejidad, cualquier problema parece un asunto irresoluble. El colectivo de mujeres, víctimas de la violencia machista, se han posicionado totalmente en contra de la escultura memorial contra la violencia machista que el Ayuntamiento de Zaragoza ha colocado tras una iniciativa municipal, en la plaza de César Augusto.

Se presentaron 20 obras, al final por tres votos contra dos se eligió la obra que vemos ahora, del artista Fernando Clavo. Es cierto que esta escultura representa a una mujer abatida, derrotada, escondiendo la cabeza entre sus brazos, arrodillada ante su problema. Hundida. Cierto. Pero es la obra ganadora, el artista tiene también sus derechos entre los que están el que esté colocada en donde salió publicado en las bases y que se mantenga su planteamiento e idea inicial.
En llegando a este punto, y admitiendo que por una parte no puede estar la escultura en contra de las personas hacia las que va dirigida, ni se puede mover del sitio sin acuerdo con el artista, sólo cabe negociar, e iniciar algunos cambios pactados entre las partes.

Uno de ellos sería colocar la escultura sobre un pedestal en alto, no sobre el suelo. alzándose unos tres metros sobre la base. Otra solución podría ser girar la escultura unos 30 grados hacia arriba, para no aparecer tan hundida, como elevándose sobre sus problemas, en busca de la solución. Otro detalle sería ampliar el texto que la acompaña, bien con algunos poemas de poetisas o con un texto del autor de la escultura que fuera pactado y explicada la posición de la que se parte hacia la lucha, más optimista y de futuro. Incluso de llegar a un acuerdo con el artista, añadirle algún elemento que sirviera para entender mejor su posición, tal vez convirtiendo la postura de defensa como una actitud de cuidado hacia el regazo, donde podría contener un símbolo, un elemento pactado que mostrara claramente que su posición es obligada por defender lo que guarda.  

Julio Puente
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