Dos asuntos enmarcaron el día de ayer las noticias en Zaragoza. Por un lado la posible venta y compra del Grupo Opel hacia la francesa PSA fabricante de Peugeot y Citroën, y por otro el municipalización del servicio del 010 en un proceso necesario pero otra vez más, muy mal gestionado.
Vayamos por el primer asunto, de entrada. Sin duda que la GM venda sus empresas europeas a la francesa PSA es importante para Zaragoza, por mucho que ya se hubiera decidido una colaboración muy estrecha en Figueruelas, que incluía la fabricación del Crossland X y el sucesor del C3 Picasso. Pero cualquier movimiento empresarial produce vértigo, sabiendo que las deslocalizaciones son una herramienta muy peligrosa. Desde 2012 ya se trabaja conjuntamente en Opel España con el Grupo PSA y a esto debemos sumar como dato negativo pero real y preocupante que el año 2016 GM Europa perdió 242 millones de euros, aunque fueron 600 menos que el año anterior, y no provienen de Zaragoza. Tampoco a PSA le van bien los números finales. Aunque es de prever que si al final cuaja la venta y si se produjeran ajustes de envergadura, a Figueruelas sería donde menos afectarían estas medidas.
Sobre el segundo asunto, la municipalización del 010, debemos advertir (de entrada) que las formas matan a los carteros. Es lógico municipalizar este servicio, pequeño y de muy bajo coste. Pero las maneras no son las adecuadas y lógicas, hacerlo sin negociar (ni hablar o informar) con los Grupos que pueden dar su apoyo, e un ordeno y mando con algunas dudas sobre el dictamen del Interventor municipal, es un claro error de principiantes. Es como desear que todo se lleve al juzgado donde se eterniza, y veremos los resultados cuando ya hayamos perdido todos. Detrás del 010 está todo un proceso similar para otros servicios públicos mucho más importantes. Aun queriendo que sea el juzgado al que al final se pronuncie, no son formas hacerlo por provocación. Y debemos recordar que judicializar todos los procesos políticos de toma de decisiones es un gran error, de incapaces para la negociación. Al final los que gobiernan son los jueces y no los políticos.
Julio Puente