A lo largo de
febrero y abril los amantes de la gastronomía usuaria de productos aragoneses
tenemos varias citas en Huesca.
Las jornadas
gastronómicas de su afamada Escuela de Hostelería, el inicio de los talleres
“Huesca la Magia de la Gastronomía” pero
principalmente el Primer Congreso del Producto y Gastronomía del Pirineo que se
celebrará entre el 18 y el 23 de marzo en el Auditorio de Huesca.
En cuanto a
la escuela, reciente jubilación de gran maestro de cocineros ha servido para la
composición de un menú en que los alimentos de Huesca han sido protagonistas
totales. Nos hubiera gustado estar allí, con audacias tales como un entrante de
piel de patata de Chía crujiente en ajolio de patata montañés, un potaje de
bisaltos y los afamados garbanzos ecológicos de Lierta con esturión del Grado
o, de postre, pencas dulces de acelga en modo torrija.
Una excelente revisión
de todos los alimentos peculiares oscenses. Esperamos un pesto de albahaca con
almendra del Somontano o un hummus modo oscense con aceite Palacio o de Bolea.
En cuanto al
Congreso, a semejanza del de Barbastro de deportes y empresas de aventura, es
una feliz aventura que habrá obtenido financiación de la UE por contar con
exposiciones y productos franceses.
Existe una
innegable complementariedad entre los productos bearneses y del Pirineo Sur.
Los primeros grasos, provinentes de pastos feraces con el Jurançon, Armagnac,
quesos y aprovechamiento del pato y la oca como conservas estrella.
Los
aragoneses aportando la delicadeza de un sol permanente de altura. Que da lugar
a un excelente aceite, frutos secos, cereales y legumbres y una verdura
delicadísima.
El cartel y
logo anunciador nos parece otro feliz alumbramiento. Nos acercaremos y le
haremos el debido seguimiento a esta idea, que puede potenciar el consumo al
norte de la muga de nuestros excelentes productos.
22/02 Luis Iribarren