Como advertimos algunos en su momento, abrir el tema de los Presupuestos Participativos, mal y sin calibrar sus consecuencias, podría suponer un daño irreparable a las Asociaciones de Vecinos de Zaragoza, que llevan décadas conociendo muy bien los problemas de cada distrito, y recogiendo de sus vecinos las inquietudes y problemas, para luego trasladarlos a las Juntas de Distrito y desde allí gestionarse.
Las Juntas de Distrito están perdiendo su sentido en el mismo pozal que lo están perdiendo las Asociaciones de Vecinos, sobre todo las medianas o pequeñas, a costa de un sistema lleno de errores y carencias, perfectamente manipulable, con muy escasa participación, que deja fuera a colectivos enormes de vecinos, que por la brecha digital no participan de estos proceso. Y curiosamente los jóvenes, los más capaces para participar en sistemas digitales, no lo hacen por otros motivos de desafección.
Que hayan participado 6.000 de entre 700.000 vecinos, muchos de ellos alentados por mensajes de Whatsaap desde AMPAS o AVV, dice mucho del sistema y de sus consecuencias. Hemos dejado de escuchar a las Asociaciones de Vecinos, para escuchar a los vecinos, que son movilizados desde AMPAS o AVV a golpe de llamada.
¿Dónde está la participación real de los zaragozanos? ¿Cuantas propuestas son interesantes de entre las presentadas y que no estuvieran ya sobre la mesa de los correspondientes Distritos de Zaragoza? ¿Tenemos que poner bancos delante de una comunidad de vecinos, porque así lo hayan votado 60 vecinos de esa misma comunidad, que puede representar con sus votos el 25% de los que han participado en el Distrito, pero el 0,08% del total de vecinos del mismo?