Algo
falla en el Departamento de Educación de
Aragón. ¿Se imaginan que Salud, ante una epidemia, ignorara el averiguar
que porcentaje de población está afectada? Pues eso hace educación con el Trastorno de Deficit de Atención con/sin
Hiperactividad (TDAH).
Mientras
otras comunidades, como por ejemplo la Navarra, han analizado el nivel de
incidencia (sólo sabiendo el nivel del problema podrás decidir el nivel de
recursos/soluciones destinados) Aragón
sigue mirando para otro lado con discursos alejados de una seriedad
metodológica aplastante. A día de hoy
Aragón desconoce la incidencia real del TDAH en sus aulas. Quizás no
quieren saber que porcentaje de alumnos están afectados por este problema
porque de esta manera se ahorran recursos económicos. Pero de esta manera
nuestros hijos siguen sufriendo de manera crónica la falta de apoyos, de
recursos, de empatía, etc.
Desde aquí damos las gracias al Dpto.
de Educación por su táctica de la avestruz, en lugar de afrontar el problema de
frente, esconde la cabeza en la
ignorancia. Una ignorancia atrevida puesto que en una reunión mantenida con la
consejera Maite Pérez hace más de un año, le indicamos que era prioritario
averiguar el impacto del TDAH en las aulas aragonesas y seguimos en la inopia.
¿En Aragón sabemos la incidencia del TDAH en las aulas? Ni se sabe ni se
espera conocerlo.
En el año 2015 el Consejo Escolar de
Navarra lideró un exhaustivo informe sobre el TDAH, 124 páginas que analiza
el TDAH involucrando a la Universidad, la Sanidad, Educación, Colectivos, etc.
¡Todo un ejemplo!. Y como detalle alarmante ese informe detalla que más de un
5% de la población escolar está afectada
por el TDAH porcentaje que constatan va creciendo.
El Dr. Pedro Ruíz Jefe de Sección
de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria en el Niño y el
Adolescente del Hospital Clínico Lozano Blesa (Zaragoza) nos decía “El
TDAH está aceptado por toda la comunidad científica. El problema es que hay
países como en EE.UU. en que está claramente sobrediagnósticado, circunstancia
que en España no lo hay, incluso podría llegar a atreverme a decir que está
infradiagnósticado, sobre todo con las niñas con déficit de atención puro, si
es que existe. Lo diagnosticamos tarde, ya en la ESO. Me preocupa. Con el sobrediagnóstico,
cuando pasa el tiempo y el paciente nota que no lo necesita y abandona el
tratamiento y se encuentra bien no sucede nada pero con el polo opuesto, con
subestima, fracaso escolar, etc. duele que pudieran haber tenido una mayor
calidad de vida. Aún así, hay que ser humildes y reconocer que lo óptimo para
efectuar correctamente el diagnóstico es el seguimiento evolutivo.
Aproximadamente hablamos de un porcentaje del 5% en la población adolescente.”1
La
estadística no miente. El avestruz aragonés en pleno apogeo. Llevábamos décadas
soportando este desinterés lleno de prejuicios. Me pregunto ¿hasta cuando lo
seguiremos soportando?
El TDAH es un síndrome que el nefasto
sistema educativo que tenemos lo convierte en un TRASTORNO. Lo triste es que muchas de las técnicas que
favorecen el desarrollo de estos alumnos son de coste cero y, sobre todo,
también son beneficiosas para los alumnos que no tienen TDAH.
Por
ejemplo, usar una tipografía de mayor tamaño y de trazo limpio en las
pruebas(como la VERDANA), un interlineado de 1 ½, no apelotonar las preguntas
en una hoja, etc. ¿sencillo verdad?
Puesto en muchos colegios, ni de rodillas consigues “cambiar” las rutinas de
algunos docentes. Y como no hay una instrucción clara desde Educación...
¿Hasta
cuando las familias seguiremos soportando la desidia de nuestros gobernantes?
Ya se que son décadas de abandono pero en el tiempo transcurrido ya se podía
haber visto un cambio de tendencia, que en lo referente al TDAH ha sido nulo.
Una
lástima porque como dice el Dr. Ruíz los años de sufrimiento, y sus
consecuencias, ya no las podremos borrar de las mentes y corazones de nuestros chic@s.
(1) Revista “Encuentros”.- Diciembre 2016.-
p9-10.- “El guardian entre el desorden”. Dr. Pedro Ruíz Jefe de Sección de
la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria en el Niño y el Adolescente
del Hospital Clínico Lozano Blesa (Zaragoza)