29.1.15

Liberación de Auschwitz: 70 aniversario y no olvidamos

En el setenta aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por las tropas del Ejercito Soviético, merece la pena tener en este blog un recuerdo hacia las víctimas y ante los verdugos, sobre todo para no olvidar la memoria.

En un tiempo en el que nuevas generaciones en toda Europa, descerebradas y conscientemente olvidadizas de lo que allí sucedió prestan su apoyo a partidos políticos de corte ultraderechista, resurgidos de las cenizas provocadas directamente por la quema de cuerpos humanos indefensos, es importante que visualicemos en nuestro interior el humo de las chimeneas del centro de exterminio para tener presente la historia.

Oír las voces de tres de los supervivientes en el homenaje mundial celebrado en las instalaciones del propio Campo de Auschwitz, ponía los pelos de punta, la piel quería gritar en un lamento infinito de dolor ajeno y la garganta ahogaba el llanto como lo hacían las de todos los allí asistentes. Tragaban saliva, se les enrojecían los ojos, se removían en sus asientos como si asistieran al estreno de algo imposible de creer.  A los "huéspedes" de Auschwitz presentes en el acto, no les quedaban lágrimas, solo miradas profundas y vacías y, en ocasiones, una mueca como todo símbolo de sonrisa, reflejo muscular quizás propio de su avanzada edad.

La destrucción humana llevada a cabo no fue solo física, sino que también se quiso aniquilar moralmente al diferente: al judío, al gitano, al homosexual, al republicano, a los prisioneros de guerra, etc. hasta hacerles sentir que no eran nada, hasta tal punto, que los que allí estaban deseaban sentir que morían, deseaban sentirse muertos.

Duras palabras sobre hechos dantescos, inhumanos, terribles de soportar, tan terribles, incluso para los propios asesinos, que el régimen ideó formas para que éstos no sufrieran el rigor psicológico de sus abyectas acciones.

En países europeos como Grecia, Francia, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Hungría, Austria, Italia y Reino Unido, existen partidos ultraderechistas que han conseguido representación parlamentaria. Ciertamente no todos pueden considerarse neonazis, pero la mecha está encendida y eso es responsabilidad, en parte, del olvido de la historia. Algo que jamás nos podemos permitir.

Antonio Angulo Borque