Parte
del Jardín Espiritual de Sabina Blasco está aquí, mirándonos con ojos serios y
de circunstancia. Es posible que esté meditando sobre lo que le rodea en la
calle, y que no le guste nada lo que ve desde su atalaya quieta y obligada.
Nada hay peor que observar lo que pasa y saber que no puedes hacer nada por
mejorarlo. Pero si hasta la escultura puede ¿cómo es que nosotros creemos que
no podemos
Aun tenemos tiempo hasta el día 1 de febrero de ver la exposición "El Jardín Espiritual" de Sabina Blasco en el Centro de Historias de Zaragoza