Viñeta de Manel para eldiario.es |
El espectáculo de la izquierda en España
y Aragón es triste y bochornoso para todos los que desde la tranquilidad de
simplemente tener que decidir qué opción elijen para gestionar sus futuros, ven
como somos incapaces de respetarnos, una vez que ya hemos dicho que de momento
somos incapaces de trabajar juntos de la mano.
No es fácil la convivencia entre grupos
que se disputan el mismo espacio social, pero que no sea sencillo no quiere
decir que haya que estar metiendo el dedo en el ojo ajeno, en espera de que no
nos lo metan en el nuestro. Ni todos somos unos canallas ni hay que estar
atacando al vecino ideológico para no perder oportunidades.
Esto no es un mercado, es simplemente un
largo trayecto donde sobre todo habrá que trabajar mucho y ser capaces de
resolver numerosas cuestiones. Si gobierna la izquierda en España, desde una
opción, otra o la siguiente, se encontrará con un campo segado, numerosos
problemas sociales que vas a ser reclamada su solución en semanas, y con nulas
capacidades económicas para resolver los problemas. A eso hay que añadir que
las zancadillas de los contrarios ya están diseñadas.
En Aragón de momento, tenemos tantas
opciones de izquierda que asombra recordarlas. Puedo aseguraros que en un mes
habrán quedado algunas de ella totalmente abandonadas, por lógica política.
Pero aun así hay un exceso de oferta. Lo curioso es que excepto CHA —que todo
el mundo sabe que es aragonesista, guste o no guste nada esto— del resto
sabemos muy poco.
¿Qué PSOE está ahora mandando en el PSOE?
¿Y en la IU que ha quedado tras las fugas hacia Podemos, quien manda, el PC o
los otros? ¿Quién tiene más fuerza Podemos o Ganemos Zaragoza? ¿Serán capaces
de entenderse Ganemos Zaragoza y Ganemos Aragón? Podría seguir con las dudas si
incorporo a Equo, Puyalón o algún otro grupo menor en mi diatriba. Los
aragoneses de izquierdas necesitan otro menú electoral, más sencillo sobre todo.
Pero una vez clarificado, sobre todo
necesitarán un equipo de políticos que sean capaces. Es decir, que además de conocer
los problemas, sepan encontrar las soluciones y tengan arrestos para ponerlas
en práctica. Y para ello necesitarán trabajar en equipo. Aunque ahora no
sabemos nadie en equipo con quien.
Si nos fijamos en algunos mensajes de los
líderes políticos que aspiran a encabezar los carteles electorales en Aragón vemos
que no van de ganadores de nada. Eso desconcierta. Muy pocos dicen: —En cuanto
gobierne yo…
No hablan en primera persona sino en
tercera. “Ellos” en vez de “yo”. Así, os lo aseguro, no se puede llegar a la sociedad. El votante
quiere que alguien se identifique, asegure que él, en primera persona, será el
que hará todo lo posible para resolver este entuerto social. Y que lo hará también
en su pueblo, en su Aragón, en su ciudad. No cabe escuchar al líder madrileño
hablando en primera persona, queremos escuchárselo a los candidatos de todos
los partidos políticos de nuestros pueblos y ciudades. ¿O es que algunos ya,
antes de presentarse, dan por seguro que no serán capaces de gestionar el éxito
de ser elegidos?
Julio M. Puente Mateo