7.1.15

Las ciudades son simplemente conglomerados de cuevas

Los países y las ciudades inteligentes en realidad deben procurar pocas cosas para sus ciudadanos, pero complejas de lograr por lo que parece.

Ser cómodo vivir en el lugar elegido libremente
Ser posible vivir en y de él, y crecer con posibilidades
Ser un lugar donde sea deseable tener descendencia
Ser un lugar donde sea posible la trascendencia vital de tus realizaciones

Por la falta de algunos de estos cuatro motivos las personas emigran, se mueven desde las zonas rurales a las grandes ciudades, se cambian de países, huyen o se embarcan. Pero en realidad el ser humano no busca mas que pequeños conceptos vitales.

Seguridad
Trascendencia vital

Y lo curioso es que algunos países caminan hacia la pérdida de estos conceptos. Algunas ciudades incluso no saben que son imprescindibles, que son los que marcan el futuro de las mismas. Una ciudad puede ser bonita o no, grande o pequeña, pero si no te permite construir tu propia vida, huirás de ella en cuanto puedas. Si no es capaz de ofrecer la posibilidad de crear tu entorno y de asentar lo que hagas para que sirva, escaparás en busca de otro destino.

Las personas pedimos mucho menos de lo que imaginamos, nos adaptamos a nuestro entorno como cualquier animal. Pero siempre necesitamos unos conceptos básicos que no siempre las ciudades son capaces de ofrecer.

La seguridad no es solo defensa ante la violencia. Es también seguridad económica, educativa, sanitaria, medioambiental, social, de arropamiento. Es incluso defensa frente al aburrimiento, al tiempo atmosférico, a los desplazamientos, al acceso a la cultura, a las relaciones, a la libertad.

La trascendencia vital es sobre todo la posibilidad de sentir que la ciudad tiene mecanismos para hacer creer como tuyo el terreno (la identidad), para plantar las raíces de tu propia vida (la descendencia), para si así lo deseas poder trascender después de muerto.

Todo tiene que ver con la seguridad, también todo esto, pues las personas buscan al trascender (muchas veces sin darse cuenta) asegurarse la vida tras la muerte, no ser convertidos en polvo sin sentido. Unas personas lo hacen con pleno conocimiento y muchos otros de forma instintiva, pero todos deseamos estar arropados por la cueva ancestral, donde podamos si así queremos, dejar dibujadas nuestras manos, nuestros ciervos, nuestros dioses.