El Coso zaragozano, una amplia calle que envuelve nuestra Zaragoza desde la época romana, empezó representando la calle que estaba fuera de la muralla de piedra que rodeaba nuestra ciudad. Hoy todos conocemos el Coso dividido en tres tramos aunque no siempre los nombremos así, el Coso Alto, el Coso y el Coso Bajo. Incluso ya hoy solo quedaría dividido en dos tramos, el Coso y el Coso Bajo que va desde la zona de la Plaza San Miguel hasta la trasera de San Nicolás.
Pero hace cinco siglos el Coso zaragozano estaba dividido en seis tramos perfectamente identificados y que además señalaban seis tramos urbanos con sociedades diferentes.
El Coso de Talada que iba desde el Mercado por la calle Cerdán ya desaparecida hasta la zona del actual palacio de Justicia en lo que sería una de las lindes del barrio árabe. El Coso de Sogueros (los que fabricaba y vendían cuerdas y sogas) que iba desde la puerta Nueva junto al palacio de Justicia hasta el trenque (puerta estrecha de salida de las murallas) de Ximeno Gordo en la actual esquina de la calle Alfonso. Después venía el Coso de Carabaceros que iba desde esa zona de la calle Alfonso actual hasta la entrada a la zona del Tubo donde estaba la puerta Cinegia. Luego el Coso de Pelliceros (donde se terminaban de curtir las pieles y se vendían) que iba desde el actual Tubo a la zona del Teatro Principal. Luego el Coso de Zurradores (los que quitaban el pelo de las pieles para curtirlas) que iba desde esa zona anterior hasta la actual San Vicente de Paul. Desde allí comenzaba el Coso de los Judíos o de la Judería que era un tramo grande hasta pasada la actual Plaza de la Magdalena en todo lo que ahora conocemos como Coso Bajo y que bordeaba el barrio judío de Zaragoza.
Otras formas de entender y conocer la Zaragoza antigua, a costa del uso de sus espacios urbanos para asentar en ellos oficios que como en estos casos y al ser en muchos casos molestos, se instalan en las afueras de aquella Zaragoza pequeña.