Zaragoza romana - Caesaraugusta |
Desde el surgimiento de las ciudades en
el Neolítico, el desarrollo de éstas ha ido aparejado al desarrollo humano. El
lugar natural para vivir el ser humano es la Ciudad, donde puede desarrollar
mejor sus potencialidades como ser racional.
Lo urbano es el reflejo de la pluralidad
que define al ser humano. Y, desde la Ciudad, se irradian el desarrollo, la
innovación, el avance cultural, las ideas, las técnicas a toda la sociedad
circundante, al área de influencia urbana que puede ser mundial (Nueva York,
Londres o París) o restringida a un área (el mediterráneo occidental en el caso
de Barcelona; Aragón y el Valle del Ebro en el caso de Zaragoza).
Evidentemente, hay zonas rurales en las que por el peso de la propia estructura
social y tradición local el avance de las nuevas ideas, de las nuevas técnicas,
se dificulta, retrasa o en el peor de los casos, se impiden, lo que las sitúa
en la marginalidad del desarrollo humano.
Hoy lo urbano se enfrenta a grandes
retos. De la ciudad que nació amurallada y con estrictos límites físicos, hemos
pasado en la actualidad a ciudades con difusos límites y a aglomeraciones
urbanas con un núcleo central o varias centralidades, realidad que no siempre
tiene su reflejo jurídico. Dar respuesta a esa necesidad de ordenación de este
espacio es un reto que, con ser importante, no es ese el único al que se
enfrentan los núcleos urbanos.
Las ciudades, cada vez más inteligentes,
tienen ingentes cantidades de datos sistematizados (información del tráfico, de
la contaminación atmosférica, de la red de abastecimiento de agua y
saneamiento, …) y, cada vez más, ponen a disposición de su ciudadanía sistemas
para conocer cuándo viene el autobús, cuánta agua consume el domicilio, dónde
hay un sitio libre para aparcar,… Toda esa información facilita que la ciudad
se pueda adaptar a las necesidades de la ciudadanía y ésta, paralelamente, cada
vez tiene más accesible datos de su propia ciudad y recursos para ejercer una
acción directa en la acción pública. Lo cual es un salto cualitativo enorme. Grande
es el poder que da tal acceso a la información. La e-democracia.
Si la democracia —lógicamente— nació en
la Ciudad, la e-democracia se abre paso en su ámbito natural: la Ciudad. Muchos son los retos de futuro de las
ciudades: la cuestión social, la definición de los propios espacios urbanos, la
movilidad, las nuevas formas de gobierno local, la cultura…, etc. Reflexionar sobre la Ciudad, su presente,
su futuro y sus retos, siempre es un ejercicio intelectual interesante, y si se
hace de tu Ciudad, Zaragoza el ejercicio pasa a ser apasionante.
El próximo martes, a las 20 horas, en el
Teatro Principal de Zaragoza, tendremos oportunidad de debatir, con pasión, sobre Zaragoza: presente y futuro.
Jorge Marqueta Escuer.