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Rara vez presidentes de gobiernos
centrales en sus cuatro años de legislatura se dignan a visitarnos en Aragón.
No somos muchos y por tanto, pocos votos a rascar. Tampoco líderes centralistas
acuden con frecuencia para interesarse por nosotros y denunciar la dejadez
e incumplimiento del que manda, aunque sea por bien quedar.
Mira tú por dónde, la convergencia de la
catastrófica riada del Ebro y las próximas elecciones, ha obligado a
Rajoy, Sánchez y Lara a salir de la capital del reino..., para seguir
insultándose, con el Ebro de fondo, en lugar de revisar lo poco o nada que
hicieron cuando gobernaron.
Y…, ¿dónde paran los populistas de Podemos? Supongo
que aún estarán buscando frases ingeniosas para describir la tragedia
tantas veces anunciada. Tragedia, que la están sufriendo nuestras gentes,
viendo como parte de su vida e incierto futuro se lo ha llevado el agua.
Oportunismo de los de fuera, pero
extrapolable, también, al vigente secretario general del PSOE aragonés señor
Lamban, que nos sale ahora gritando a los cuatro vientos que hay que
chequear el aragonesismo, ese aragonesismo que a él nunca se le ha visto por
ningún lado. Chequeémoslo sí, pero para conseguir un Aragón fuerte, que
sea eje principal del sur de Europa en el que tiren con fuerza nuestros jóvenes
emprendedores con iniciativas profesionales creando empresas o trabajadores implicados
y bien remunerados y todo unido por la cuatribarrada como seña de identidad.
Somos Aragón, sin temores ni
complejos señor Lamban, pero todo esto se le olvida cuando es su
partido el que llega al poder.
Daniel Gallardo Marín