En diciembre de 1979 el famoso ladrón de arte Erik el Belga, se llevó de la catedral de Roda de Isábena, en la provincia de Huesca, importantes piezas del patrimonio español. Entre ellas el tapiz «De la Virgen y San Vicente», una joya del arte flamenco del siglo XVI que ahora vuelve hasta Aragón, una vez estudiado y restaurado en el Instituto del Patrimonio Cultural de España por Ana Schoebel. Hay que recordar que de momento es propiedad del Gobierno de España al ser un bien recuperado de un robo. Se encontró en los EEUU en el año 2012.
Se trata de un tapiz de 268 centímetros de ancho por 124 centímetros de alto, tramado con hilos de lana y seda de diferentes colores sobre urdimbre de lana sin tintar. Por sus características fue realizado en el primer cuarto del siglo XVI en los Países Bajos meridionales.
Originalmente fue confeccionado y utilizado como frontal de altar, pero en el momento del robo se encontraba expuesto en el museo de la antigua catedral de Roda de Isábena. Se trata de un «tapiz-retablo» que evoca un tríptico. En la parte central se sitúa la Virgen con el Niño en su regazo frente a San Vicente (santo zaragozano al que se dedicó la catedral de Roda de Isábena), mientras que en la de la derecha se observa al obispo San Valero y en la de la izquierda el obispo de Roda de Isábena en el siglo XII San Ramón. Aparecen también en el tapìz las armas de quien encargó la obra, don Pedro Agustín Albanell, que fue prior de Roda entre 1515 y 1545, años antes de ser nombrado obispo de Huesca.