15.3.15

Zaragoza parece una motita blanca en el centro de una gran esmeralda

Zaragoza parece una motita blanca en el centro de una gran esmeralda. Posee lugares de recreo como el Castillo de la Alegría. Sobre sus jardines se desliza el agua de cuatro ríos, transformándola en un mosaico de piedras preciosas.

Estas palabras tan poéticas (traducidas) del cronista árabe del siglo XIV Al Qalqashandi, y recogidas del libro Aragón. Luces y sombras de su historia de Enrique Solano, reflejan una mirada de nuestra ciudad mezcla de importancia y amor, de conocimiento viajero y de unos deseos de trasladarnos su mirada de una Saraqusta que ya en los siglos X y XI era una gran ciudad.

Cuando en el texto se nombra motita blanca se estaba refiriendo a las murallas romanas de caliza blanca y al encalado blanco de las casas que sobresalían sobre las murallas pues el suelo de las calles de la ciudad estaba algo elevado, mientras que las zonas que rodeaban a las murallas estaban más bajas que en la actualidad, para que las murallas sirvieran de defensa efectiva. La gran esmeralda eran los inmensos campos de olivos verdes que rodeaban a la ciudad y que con su hoja perenne siempre tenían de verde los alrededores. Y el Palacio de la Alegría era la forma coloquial como llamaban al Palacio de la Aljafería.