La Igualdad
es uno de los valores básicos, junto con la Libertad, la Fraternidad y la
Laicidad, de la sociedad moderna.
Hoy, 8 de
marzo, se conmemora el Día Internacional de las Mujeres.
En una
sociedad de creciente feminización de la pobreza, en que existe una brecha
salarial que aumenta día a día y que, en Aragón, se acerca al 30%; en un país
donde se sufren graves retrocesos de derechos y, muy especialmente, en el
ámbito de los derechos de las mujeres; donde el paro y la precariedad laboral
se ceba en las mujeres con una tasa de actividad femenina quince puntos
inferior a la masculina; donde los puestos directivos de las empresas son casi
exclusivamente masculinos; donde el derecho a decidir sobre su propio cuerpo es
todavía una reivindicación casi revolucionaria para las mujeres, el 8 de marzo
no puede ser sino un día reivindicativo, de lucha y de recuerdo de todas
aquellas, y aquellos, que fueron abriendo un camino hacia la igualdad no exento
de incomprensión, de dificultades e incluso de represión en una sociedad
abiertamente patriarcal.
La
Ilustración del siglo XVIII abrió el debate de la Igualdad natural de los seres
humanos y aquí hemos de recordar a Josefa Amar y Borbón, aragonesa pionera en
la lucha por la igualdad de hombres y mujeres, que leyó su “Discurso en defensa
del talento de las mujeres y de su aptitud para el gobierno y otros cargos en
que se emplean los hombres”, leído en Zaragoza en 1786, en la Real Sociedad
Económica de Amigos del País. Uno de los primeros discursos del Mundo que habla
abiertamente de la Igualdad natural entre hombres y mujeres; debemos recordar a
Olimpia de Gouges que, en 1791, recordó a la Asamblea Nacional de la Revolución
Francesa que las mujeres nacen libres y deben permanecer iguales en derechos a
los hombres, reclamando ya el derecho al voto para la mujer y a tantas y tantas
mujeres y hombres que han luchado por la Igualdad efectiva entre todos los
seres humanos a lo largo de estos más de dos siglos de lucha.
Como todas
las luchas sociales, pero especialmente en esta, el camino sigue siendo
largo, a veces doloroso, lento y con
retrocesos, y aún hoy, como veíamos al principio, queda mucho por hacer. Es
más, estamos en un mal momento lleno de reforzamiento de las ideologías más
machistas. Los exabruptos machistas de representantes políticos del PP abundan;
la minusvaloración de este día convertido en una especie de “Día de Coros y Danzas” por parte del Gobierno de Aragón, la contraprogramación del
Ayuntamiento de Zaragoza con una jornada de exaltación del absolutismo y el
Antiguo Régimen frente a la Ilustración, repugna y ofende y nos recuerda que
hay que seguir luchando día a día por esa Igualdad.
Queda mucho
por hacer y reivindicar.
Jorge
Marqueta Escuer