La Fundación Sindicalismo y Cultura de
CCOO Aragón organizo ayer una mesa de partidos políticos de izquierdas bajo el
título "Otra política económica y social es posible", moderada por
Jose Luis Trasobares con la presencia de José Luis Soro de CHA, Patricia Luquín
de IU (que no pudo asistir por problemas personales cediendo la presencia al diputado
Sr. Romero), Pablo Echenique de Podemos y Florencio García de PSOE.
Una excelente representación para escuchar,
por mucho que los asistentes que llenamos la sala, viniéramos escuchados de
casa.
No voy a señalar nada de lo que
comentaron muy acertadamente los representantes de CHA e IU. Demostraron ambos
que saben lo que necesita Aragón y su sociedad, unido a una coherencia clara y
mantenida. Nada que añadir que no sepamos todos y que no parezca en estos
tiempos preelectorales que es simple propaganda. Una lástima —en ambos casos— su
escaso tamaño de gestión por no recibir el apoyo de más aragoneses.
Pero voy a centrarme en Echenique y
Florencio, por algunos detalles que el siempre eficaz Trasobares supo como
moderados sacarles a ambos. Les preguntó directamente con quien tenían pensado
pactar en Aragón tras el mes de mayo y las respuestas fueron indicadoras.
El PSOE aclaró que nunca pactaría con
el PP. Algo es algo. Pero una voz del público inquirió sobre el PAR y el eficaz
Trasobares recogió el guante y se lo trasladó a Florencio. La respuesta fue
clara y contundente. Por dos veces además. Con el PAR no van a pactar, pues no van
a sacar representación parlamentaria. Los mormullos fueron claros sobre todo en
su segunda insistencia. No, pero ya veremos. Otra vez la sombra del PAR girando
gobiernos según sopla el viento.
Pero el gran actor de la tarde era
Echenique al que todos esperaban con ardor guerrero, incluida la gran “trupe”
que había acudido a escucharle y aplaudirle, en una de sus primeras actuaciones
en una mesa redonda política en Aragón. Y no defraudó. Nada. Supo mantener la ambigüedad
perfectamente, como se le espera y se le conoce. Supo estar y explicarse en ese
idioma que nunca dice nada que no sean ambigüedades que cualquiera podemos
decir para no decir.
Pero vamos a sacar algunas cosas de su
discurso. Ellos no saben con quien pactarán pues depende de los resultados y de
lo que al final digan sus inscritos. Es decir, depende. Sobre todo depende de excesivos
condicionantes. Por ejemplo dijo claramente que no entiende que pensemos (con palabras
no textuales, es cierto) que los socialistas son los buenos y los populares los
malos, cuando en Andalucía han estado los primeros 35 años gobernando y no han
logrado sacar a los andaluces del último lugar de España. ¿Quién dice que los
populares no lo podrían haber hecho mejor? Quien lo comprenda que lo apunte,
que en una semana tenemos que observar pactos en Andalucía.
Nadie duda que Podemos es el gran actor
de estos años en la política nacional y en la aragonesa. Yo no lo dudo. Su
importancia es del mismo tamaño que su ambigüedad. Y eso me preocupa. Sobre
todo por que el foro de ayer estaba totalmente lleno de personas que veníamos
de la política en cargos más o menos importantes. No éramos ciudadanos que no
estemos implicados en asuntos sociales o políticos. Es decir. Llegábamos
sabidos. Y plantear la ambigüedad a gentes que esperan respuestas contundentes
es atrevido y complicado. Y la gran duda mental que nos hacemos muchos es
admitir que este discurso ha calado en la sociedad.
Pero voy a dejaros para el final otra
perla que dice mucho más de lo que en realidad se pronuncia. Ellos no han
venido para tener el poder, para cambiar gobiernos. Ellos han venido para cambiar
a la sociedad. Esta frase es tan ambigua como eficaz, tan de doble o triple
sentido como no es nada. Yo personalmente creo que es mucho, que encierra una
actitud contundente, que en un auténtico legado de intenciones en una sola
frase. No necesitan más programa electoral, con esa frase lo tienen hecho. Pero
cuidado, pues encierra mucho dentro de ella. Y en otra entrada hablaré de las soluciones para el futuro, que tres de los intervinientes SI plantearon.