Han pasado 4 años, en los que para los vecinos de Parque Venecia pueden aseverar que han pasado en blanco, por demasiados motivos. La D.G.A. sigue misteriosamente sin solicitar al Ayuntamiento de Zaragoza la parcela para el comienzo de los trámites (de una burocracia que para resto de los mortales es no entendible) para un colegio que pasa a ser una exigencia vital para el funcionamiento normal del barrio y de los ciudadanos que lo habitan.
El 10 % de la población censada en Parque Venecia son niñ@s, nada más y nada menos que 250 niños, que de momento, desgraciadamente no podrán realizar los primeros pasos de su educación en el barrio donde viven, haciendo que la conciliación familiar sea más complicada de lo que debería. Históricamente se ha repetido con el mismo denominador común en todos los barrios de nueva creación de Zaragoza en la última década, no tener los equipamientos necesarios en el momento oportuno para su utilización. Parque Venecia lamentablemente no podía ser la excepción.
Tampoco me quiero olvidar de un Ayuntamiento que aderezado por una Junta de Distrito inoperante, ha malgastado una legislatura sin arreglar ni un sólo problema existente en el barrio desde sus inicios, por recordar: cubos de basura (siguen voladores); marquesina de bus de calle Carlo Scarpa (final de la Línea 23) aprobada desde Octubre de 2012; limpieza, desbrozado y vallado de los solares por parte de sus actuales dueños nunca realizado (aunque así lo exigían las ordenanzas de la ciudad); reposición del cableado robado así como fallos continuos en el alumbrado del barrio, y por terminar —el problema principal del barrio— atascos por accesos mal cuantificados en un plan de movilidad del año 2008, que naufraga en tan solo un par de años desde la apertura total del centro comercial. ¿Qué sucederá cuando esté el barrio completo de viviendas, si seguimos sin contar con un acceso diferente al único actual?
Ya no entraré a calificar la concesión del suelo a las diferentes Iglesias, así como la prórroga por Gerencia de Urbanismo a una de ellas, o la tramitación de un convenio a espaldas de un barrio y de sus vecinos haciendo caso omiso de las necesidades reales del barrio por otras nada cabales; por todo esto y algún tema más que se queda en el tintero, esperando que pase la fase de promesas electorales (muy pocas veces cumplidas), por la esperanza de una nueva fase a partir de mayo 2015 que sea de realidades tangibles en Parque Venecia.
Jesús Ángel Jiménez Casorrán