11.3.15

Hay que repensar Aragón. Pensamiento 4 (Aragón está equivocado)

En esta serie de entradas con una opinión muy personal sobre el "Repensar Aragón" para avanzar en nuestro crecimiento social, moral, económico y estratégico, dejo la cuarta entrega. Quedan algunas más.
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Aragón en las cuatro últimas décadas ha estado avanzando en una dirección equivocada, arrastrado por las directrices de un Madrid que deseaba un Aragón dócil entre unos vecinos complicados. Y eso nos ha llevado a ser el Norte pobre o el Norte olvidado o el Norte reservado.

La industrialización de Aragón se paró con el caramelo de la GM, pasando a depender casi exclusivamente de los propios crecimientos o gripes de esta insustituible y muy necesaria industria para Aragón. No fuimos capaces de tomar esta industria como un impulso y nos lo tomamos como una meta. Aragón no ha sabido crear un tejido empresarial propio, aupado desde las instituciones aragonesas y para Aragón, desde dos objetivos claros y contundentes: Una mejor y mayor formación profesional PROPIA y que busque la excelencia adaptada a nuestras necesidades, y un apoyo al crecimiento de las PYMES y autónomos aragoneses.

Pero además la falta de ideas políticas, sociales o a veces hostiles contra el propio Aragón nos ha llevado a una tierra vacía, que solo en los últimos años está intentando buscar proyección agraria, ganadera, o en industrias alternativas, con más errores que aciertos, con más personalismos que trabajando en (como) un gran equipo.

Hemos quedado encerrado entre vecinos muy listos que han sabido llevarse todo proyecto industrial, pero sobre todo los proyectos de futuro para saber salir hacia Europa o para poder penetrar para repartir en la España que necesita abrirse hacia Francia. Hasta PLAZA que debía ser una idea excelente y fabulosa para Aragón ha sido manipulado por la desidia, el abuso y las trampas.

Aragón además de ser un espacio de servicios de calidad, debe ser un territorio capaz de ser único, de ser autosuficiente, de ser distinto a los territorios que le rodean en lo cultural, político, social, industrial, innovación y sobre todo un gran territorio formativo.

La vergüenza de trato que Aragón está dando a su Universidad es un error que nos costará un siglo enderezar, pues todos recordamos el papel que nuestra Universidad desde tiempos de Braulio ha supuesto (como todas en todo el mundo) para liderar territorios, para conseguir sinergias económicas, para atraer nuevas personas, para generar calidades de visa social y reconocimiento para sus territorios.

Y como colofón claro pero parcial a nuestros errores de estas cuatro últimas décadas, está la nula creación de redes de comunicaciones que vertebraran el territorio aragonés con inteligencia básica. "Aragón no es Aragón mientras no sepamos ser Aragón" como conjunto.

Julio M. Puente Mateo