Si un empresario tiene a un trabajador más de un año sin asegurar y sin nómina, sin seguridad social y por ello sin desempleo, sin seguro de accidentes ni cotización para su jubilación, y sin la parte de cotización a Formación Profesional, pagándole en negro a tiempo parcial, trabajando una hora al día y según era requerida su presencia a días aleatorios, se podría decir que sería como poco un trabajo basura.
Si recogemos las declaraciones de Echenique explicando su relación laboral con su asistente durante más de un año (donde ha intentado explicar su decisión contractual dando detalles que he expuesto más arriba), si nos atenemos pues a sus propias explicaciones, vemos que en ellas hay un buen número de actos que no pasarían envueltas en el silencio si las hiciera un empresario y se conocieran, menos todavía si las hace un político de izquierdas en activo. Tampoco si las hiciera un político del pasado, una persona conocida socialmente, alguien del que esperamos sea ejemplo de algo. Declaraciones que no son una aclaración libre de algo que se considera un error por su responsable, sino que surgen tras la información periodística de denuncia.
No es nada fácil explicar estos comportamientos. No se deben explicar pues es imposible hacerlo con razones, tampoco se pueden comprender cuando el responsable disponía del sueldo de un parlamentario del Parlamento Europeo que gozan (todos) de unos sueldos muy diferentes a los que se cobran en España. Lo que hay que hacer es muy sencillo. Es perfectamente explicable y de sentido común. Agachar la cabeza y dimitir. Si se está en política, en estos años cuando menos, hay que dar un ejemplo perfecto. No caben medias tintas ni entendimientos de errores. Pues esta munición será utilizada por la derecha contra toda la izquierda. El problema transciende de Echenique para mojar a toda la izquierda. Y si tenemos dudas, con esperar nos va a servir para comprobarlo.
Y lo digo no desde posiciones de la derecha, sino precisamente desde posiciones de la izquierda. Debemos los ciudadanos dar ejemplo. Pero más todavía las personas que representan a una formación política de izquierda desde una representación muy alta. Que un cargo intermedio de cualquier partido haga esto, está mal. Sea del PP, del PSOE o de CHA. Pero que lo haga un Diputado de Aragón, un referente nacional de un partido de izquierdas, quien fue diputado en el Parlamento Europeo, me parece preocupante si no va acompañado del abandono de sus responsabilidades políticas.
Julio M Puente Mateo