Como Felipe, Lambán o Zapatero, yo también estoy en contra de unas terceras elecciones generales, pero no porque piense que sería el caos —este barullo de caos ya está asentado en España— sino porque nadie nos garantiza que tras las terceras no tengamos que acudir a unas cuartas o a unas quintas. Y también como Felipe, Lambán y Zapatero creo que alguien debe gobernar en España, aunque lo haga mal. Tenemos la obligación de disimular ante Europa, ante los capitalistas de laboratorio y ante los bancos que prestan. O es eso, o de ser lo otro, habría que ir preparando la despensa con frascos de garbanzos y judías. España no puede ser Grecia por su tamaño, es imposible. Así que pensemos en otras formas. La izquierda no nos merecemos gobernar.
Y por desgracia para la izquierda social, para esa parte de la sociedad que más necesita soluciones a sus problemas para que no sigan separándose cada vez más de “los otros”, la izquierda actual española damos asco. Bueno, no sé si asco es la palabra correcta o algo peor. El asco se puede resolver aguantando los vómitos. Pero la incompetencia lleva años de superar.
Podemos y sus líderes han desaparecido al igual que un Mariano o un Alberto o un Pedro. Todos fuera, todos escondidos, todos callados, todos negociando en secreto con otros secretos, desde otros secretos. ¿Donde queda la regeneración? ¿donde aquellas negociaciones en la Plaza del Pilar rodeados de gente? Ha pasado sólo un año de aquello y ahora Podemos se calla y se ofusca en desaparecer, en equivocarse, en no saber responder con la contundencia de quien debe ganar por KO. Habla más Garzon que Iglesias. Jodo. ¿Ya no vamos a presentar en el Congreso la Ley 25?
Como no es posible un gobierno de izquierdas, inevitablemente hay que permitir un gobierno de derechas. Y punto. Aunque de pena y sensación de imbéciles. ¿Qué parte de “no hay otra” no entendemos? Si no estamos dispuestos a que gobierne el PP y Mariano: ¿porqué no lo decimos con claridad y apoyamos la otra única posibilidad que es el PSOE, en una rueda de prensa sencilla, clara y contundente? ¿se nos ha olvidado a la izquierda que dicimos ser la de verdad, el hablar con contundencia?
Ya se apunta a que Mariano no se presentará a la investidura hasta después de las elecciones de Galicia y el País Vasco, para no influir, ji ji ji, para jugar con todos y con las formas. Un artista de la pista, en serio. Ya sabemos que ahora lo urgente para Mariano no es tener Presidente Investido, sino aprobar los Presupuestos del año 2017 y el techo de gasto, aunque sea sin ministros ni presidente en los despachos. Está Europa mandándonos. Guay del paraguay. Y la izquierda sin entenderse, sin apoyarse en febrero, sin apoyarse en agosto, sin entenderse ante unos vinos o un café sino jodiéndose todo lo que saben y pueden. Uff!
Julio M Puente Mateo
Nota.: Recordar que en estos periodos de negociaciones, los titulares de prensa, las declaraciones de gente importante o no, los sondeos y los artículos de prensa de gente guay, son fáciles vehículos para lanzar globos sonda, dardos envenenados y tormentas de ruido y sin agua.