El vandalismo no cesa. La quema de contenedor sistemáticamente continua, ¿nadie hay sin suficiente capacidad para erradicar una situación que le cuesta al municipio como colectivo, miles de euros, en cientos de contenedores, mobiliario urbano o arbolado? Situación indefensa para la persona, viéndose agravada por ese gamberrismo que prende sus fachadas, escaparates o vehículos sin comerlo ni beberlo. Pérdidas, que en muchos casos les deja en situación dramática, al no contar con un seguro, más allá de una pérdida moral, en lo económico les imposibilita recuperar parte de lo que hasta ese momento fue suyo.
Protagonismo de esa gentuza en horarios de madrugada, lo que dificulta su detección. Por eso es necesario un mayor esfuerzo policial y mayor castigo por parte de la justicia para esos incívicos imitadores de Nerón. Ese vandalismo no termina en esa quema continua, se refleja también en parques, riberas y zonas de la ciudad, donde el botellón campa a sus anchas. Vandalismo al escribir lo que piensan en el asiento del bus o en la pared del vecino.
Edificios catalogados o sencillas vivienda arrasadas de grafitis en las antípodas del arte, dando una sensación real de dejadez y pasotismo del propio ayuntamiento e incivismo de los que la habitamos. Como siempre demagogia y balones fuera. Charlas pedagógicas para estos personajes, dijeron algunos, manera de erradicar la delincuencia y el incivismo, educándoles en el respeto a lo que es de todos.
Esa ayuda al desarrollo de la facultad intelectual y moral para alguna personas está bien, pero esa hipotética universidad antivandálica de dispar colectivo y de aulas semi vacías, llegado al caso ¿con nota suficiente?, esa es otra: ¿Qué hacemos? Seguimos en ese continuo chorreo de quemas y deterioro al patrimonio que tanto cuestan al ciudadano, devalúa la imagen de la ciudad de cara el visitante y deprime a los que la amamos, o habrá que esperar a que el coste no solo sea económico y la desgracia llegue en forma de vidas humanas, y eso si sería irreparable.
No hagamos lo de siempre, esperar a que ocurra para luego dar solución. Así que pongamos manos a la obra: policía, autoridades y jueces, que esto no es un tema menor.
Daniel Gallardo Marin