Nuestro amigo, editor y colaborador de este blog, Luis Iribarren, nos ha enviado a todxs esta bella imagen de Aragón. Berdún. Sin adjetivos. Berdún como puerta de entrada, como lugar de belleza inconmensurable.
Yo hace ya más de 30 años, en una visita a Berdún, paramos mi esposa y yo junto a unas parejas amigas en un bar de peregrinos. Un sencillo bar que se abría a dos calles y que era regentado por una bella joven. Joven como todos nosotros, ahora seguro que es casi sesentera. Es la vida. Había un peregrino sentado en una mesita mientras intentaba con mimo y respeto cuidarse un pie realmente algo maltrecho.
De aquella tarde surgió un relato de amor y sexo con aquellos personajes, y que titulé Camino de Jaime. Fue una de mis primeras incursiones en la literatura, con una máquina de escribir amarilla y rusa, que era de donde venían las máquinas de escribir baratas en aquellos años de descubrimientos. Aquella mujer joven y hermosa encajaba perfectamente en Berdún, y no sé porqué creí ver que también encajaba perfectamente con aquel peregrino al que le puse un hermano menor y un nombre.
En recuerdo de aquella camarera, de aquel peregrino se se juntaron en un momento ante nosotros, tanto como para hacerles un relato, les dejo a todos, incluido a Luis, esta imagen pictórica de un Aragón que se abre.