Subí a
la Canal para pasar el puente con el soniquete y martilleo de las consecuencias
para el Presupuesto de Aragón que tendrá el que no se “anteproyecte” el de
España por mor de la irresponsabilidad total que se le atribuye mediáticamente
al PSOE.
Sin
techo de gasto fijado desde el Estado no hay presupuesto aragonés pues un
fuerte componente de la supervivencia del Estado del Bienestar es un necesario
endeudamiento destinado, sí, a gasto corriente y nóminas. Los impuestos
productivos permanecen desde la Transición en el Estado y el gasto corresponde a las
comunidades. Excepto en los “territorios más históricos” que apoyaron a Franco
o a los Borbones… Nuestros vecinos a la izquierda donde Podemos lleva camino de
ganar… Carlismo batasuno.
Solo
por esta razón, debería haber en Aragón gobiernos de restauración entre CHA y
el PAR. ¿Se ha informado lo suficiente al poco permeable electorado aragonés de
esta realidad? O la conocemos solamente a fondo quienes la padecemos: los
aragoneses de la muga.
Pero la
falta de presupuesto estatal también congelará las inversiones estatales en
Jacetania. La autovía interruptus Pamplona-Jaca y la presa de Yesa que avanza a
toda pastilla.
Con la
increíble cicatriz del puente de la carretera de Sos en el paisaje, con cuyo
solo presupuesto se hubiera podido restituir diez veces el Camino de Santiago.
En todo
caso, la presa sigue pero con las correspondientes dudas y acojono en Sangüesa,
el pueblo de mi padre, cuyo Ayuntamiento no está demostrando una fortaleza
acorde con su historia (“Sangüesa, la que nunca faltó”, sus caballeros
corresponsables de la obtención de las
cadenas del escudo de Navarra en las Navas de Tolosa que reposan en
Roncesvaux).
Así las
noticias que sobre la presa se pueden dar de interés particular jacetano son
las siguientes:
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Nadie dudamos que había que reforzar la presa sobre falla que había.
La presa piramidal que se construye es mejor y más segura.
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Pero parece que nunca podrá haber un estudio geológico del todo
apropiado que explique el peligro que supone su asentamiento –corrimientos
permanentes de la ladera de sujeción-. Es lo que intranquiliza aguas abajo.
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Lo que parece claro es que la nueva presa sí soportaría mejor –se
insiste, solo y exclusivamente- la
actual capacidad de agua embalsada. Incluso sería mejor que fuera menor. No la
cota prevista que anegaría las huertas de Artieda y crearía el lago entorno a
Sigüés que tan bien la ha parecido siempre a nuestro singular vecino.
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Luego está la reposición. Que se está haciendo antes. A diferencia de
otros usos de interés particular, Yesa tiene interés general pues su destino
solo es agua de riego y boca para Zaragoza. La que no vemos salir pero ha
supuesto incrementos en nuestro recibo.
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Pues bien, por qué no se restituye permanentemente a nuestro valle,
mediante el oportuno convenio que no favorezca exclusivamente al municipio de
Yesa o los de más territorio, mediante un IBI de la presa y aprovechamiento
hidroeléctrico que compense la permanente afección de la misma.
En un año hidrológico en que se están secando
las fuentes y manantiales aguas arriba de Yesa, se está vaciando como todos los
años el pantano y no escasea el riego en la Comunidad de Regantes de Cinco
Villas. Que seguro que miraría al otro lado si en Canal de Berdún o Artieda
faltase agua. Ironías, por decirlo suavemente.
16/08 Luis Iribarren