Ayer Teresa Artigas, la Concejala de Movilidad el Ayuntamiento de Zaragoza, cometió un error de libro. De primero de Preescolar político. Dejó en evidencia a los representantes políticos del Ayuntamiento de Zaragoza, delante de todas las Asociaciones de Vecinos, diciéndoles que ellos no estaban invitados como representantes políticos a una reunión de la Mesa del Transporte de Zaragoza. Digo yo que fue un error, pues me cuesta pensar que fue una decisión pensada y meditada, buscando saltarse a los políticos por encima de todos los demás. ¿Le sobran los políticos a Teresa Artigas? Tal vez sea porque ella no se crea política. Comportarse así, en los años 70-80 tenía un nombre. Mejor dicho, tenía dos nombres totalmente antagonistas.
Los concejales del PSOE, CHA y Ciudadanos habían sido citados por email a la reunión y acudieron a ella. Pero fueron despedidos al entrar. Más aún, se les dijo que no había fotocopias de lo que se iba a tratar allí, para los que no habían sido convocados. No era cierto, pero ante el tono y las formas se fueron, como así deseaban los concejales del equipo de gobierno. Sólo podían estar los representantes de los vecinos, de Auzsa, de Tranvías y los técnicos.
Nadie pretende estar “en todos los sitios”, pero la obligación de todos los políticos es estar en todos los lugares donde se gestionan temas políticos con y entre políticos. De no ser así, es imposible poder gestionar o ayudar a gestionar bien una gran ciudad. Pretender cambiar la democracia representativa por la democracia participativa puede estar bien si se sabe hacer y sin que suponga dejar en evidencia a los que SI representan a TODOS los vecinos. La insistencia de ZeC en trabajar desde el ninguneo al resto de fuerzas políticas del Ayuntamiento de Zaragoza es de premio. Si con sólo 9 concejales se comportan así ¿de qué forma se comportarían con 16? ¿invitarían a los vecinos y a sus asociaciones si tuvieran mayoría absoluta los de ZeC?